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Subasta

¿Se podrá tocar el arte en el futuro?

«The First 5000 Days» es el proyecto intangible de Beeple que podría alcanzar los tres millones de euros en la subasta de Christie’s

El collage digital titulado “Everydays: The First 5,000 Days” de Mike Winkleman, más conocido como Beeple
El collage digital titulado “Everydays: The First 5,000 Days” de Mike Winkleman, más conocido como BeepleLA RAZONLA RAZON

Hubo un tiempo en que las revoluciones artísticas llevaban su tiempo: alguien rompía con los modelos del pasado, otros le seguían y, con el paso de los años, las nuevas propuestas se convertían en tendencia. En la actualidad, se necesitan apenas tres meses para que lo que conocíamos como «arte» (un lenguaje que posee miles de años) sea puesto en cuestión. Y la culpa de ello la tiene Beeple, pseudónimo del artista Mike Winkleman, quien, para asombro del mundo del arte, ha conseguido que la todopoderosa Christie’s subaste por primera vez una pieza artística NFT titulada «The First 5000 Days». Pero, ¿qué es el NFT? Su traducción literal nos dice que se trata de «tokens no fungibles». El NFT es un objeto coleccionable digital que se negocia en blockchain. Su tecnología es como la de la cualquier criptomoneda, pero, a diferencia de aquella, no se puede intercambiar, puesto que cada NFT es único y posee un valor específico. Bajo la denominación de NFT cabe un amplio espectro de «objetos» artísticos digitales: un sello, un tema musical, un vídeo o un collage –como es el caso de «The First 5000 Days». La gran particularidad del arte NFT es que solo existe en el plano digital, esto es, no tiene una proyección física: no se puede tocar, ni oler… Supone, por así decirlo, la fase más avanzada y extrema de la desmaterialización del arte. Frente al arte digital que venía dominando durante los últimos años y cuya principal problemática residía en que no se podía autentificar que la obra vendida fuera única y original, el NFT presenta la ventaja de que el trabajo está encriptado con la firma indeleble del artista, de suerte que el comprador tiene la certeza de que esa pieza es única y que, por ende, no se puede falsificar o multiplicar.

Desde su novedad, el arte concebido en formato NFT ha hecho tambalearse, en cuestión de tres meses, los cimientos del mercado. Los coleccionistas están comenzando a pagar sumas de dinero estratosféricas que, hasta el momento, solo eran desembolsadas por los grandes nombres del arte tradicional. Y tangible. Que la casa Christie’s haya dado un paso adelante y subaste una pieza como «The First 5000 Days», de Beeple, indica que algo muy gordo está pasando en el mundo del arte. La subasta de este trabajo digital –un collage que recoge las 5000 imágenes que Beeple subió a las redes sociales desde el 1 de mayo de 2007 hasta el presente– se inició el pasado 25 de febrero y finalizará el próximo 11 de mayo. Hasta el momento, los sucesivos postores han ido elevando el precio de la obra por encima de los tres millones de dólares. ¿Cuál será el de remate? Ahora mismo, es imposible de predecir. Quien finalmente adquiera la obra la tendrá que abonar en criptomeda. Y esto, claro está, nos lleva a plantear interrogantes que no solo se dirigen a la opacidad del sector del arte, sino a una cuestión nuclear: ¿es éste el comienzo del fin del arte que se puede tocar, oler?