Encuentran la “Ciudad Perdida” más grande de Egipto bajo la arena de Luxor
Se trata de “El ascenso de Atón”, urbe fundada por el faraón Amenhotep III y que jugó un papel crucial como asentamiento administrativo e industrial de la época
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Durante 3.000 años, ha permanecido sepultada bajo la arena la ciudad antigua más grande jamás vista en Egipto. Se trata de una urbe llamada El Ascenso de Atón, que fue fundada por el faraón Amenhotep III, noveno rey de la dinastía XVIII, que gobernó dicho país entre 1391 y 1353 a.C. Ahora, gracias a una investigación arqueológica, se ha descubierto esta sorprendente ciudad, considerada, según el célebre arqueólogo egipcio y jefe de la misión, Zahi Hawass, como el mayor asentamiento administrativo e industrial de la época en la zona.
La ciudad, hallada en Luxor, también fue utilizada por los faraones Tutankamón y Ay. “Las calles de la ciudad están flanqueadas por casas; algunos de sus muros tienen hasta 3 metros de altura y podemos revelar que la ciudad se extiende hacia el oeste, hacia la famosa Deir El-Medina”, destaca el arqueólogo.
El descubrimiento, apodado como la “Ciudad Dorada Perdida”, ha sido tan mayúsculo que para Betsy Brian, profesora de Egiptología en la Universidad John Hopkins en Baltimor, se trata del segundo descubrimiento arqueológico más importante en Egipto desde la tumba de Tutankamón.
“Muchas misiones extranjeras han buscado esta ciudad y nunca la han encontrado. Comenzamos nuestro trabajo buscando el templo mortuorio de Tutankamón porque los templos de Horemheb y Ay se encontraron en este área”, señala Hawass según recogen diferentes medios egipcios.
Los trabajos de excavación comenzaron en septiembre de 2020 y en poco tiempo comenzaron a salir a la luz ladrillos de barro en todas las direcciones. Desde entonces, se empezaron a distinguir zonas y barrios. Se trata, por tanto, del “mayor asentamiento administrativo e industrial de la era del Imperio Egipcio en la orilla occidental del Luxor”, situada en el Nilo, ha señalado el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto. Tal era su importancia que su nombre se puso con un motivo relacionado: denominaban a la ciudad como “El ascenso de Atón” porque Amenhotep III se nombró a él mismo dios Atón, y aquella época el Imperio estaba en su mayor apogeo.
Si bien hasta ahora se han desenterrado solo algunas zonas de la ciudad, también han anunciado el hallazgo de una panadería, una cocina con hornos, piezas de cerámica y un barrio administrativo y residencial. “Estaba cercada por un muro en zigzag, con un único punto de acceso”, explica el Ministerio, lo que sugiere a los expertos que su función era defensiva.