Sección patrocinada por sección patrocinada

Libros

Cristian Alarcón, Premio Alfaguara de Novela

El escritor que, ha obtenido la XXV edición del galardón, con la novela “El tercer paraíso”, reconoce que “la ficción exige un compromiso extremo” y asegura que “la verdad es un concepto en crisis”

El novelista Cristian Alarcón
El novelista Cristian AlarcónfotoLa Razón

Cristian Alarcón, escritor, periodista, maestro de la crónica, chileno de 1970, ha ganado el XXV Premio Alfaguara, dotado con 175.000 dólares, con «El tercer paraíso», una obra, como explicó el novelista Fernando Aramburu, concebida con una estructura dual y donde el protagonista intenta «reconstruir la historia de sus antepasados a la vez que cultiva un pequeño jardín con la esperanza de encontrar un particular Edén personal». Con este libro, el autor ha regresado a la ficción, un terreno del que se había alejado por recorrer por otros senderos más apegados a la inmediatez de la actualidad. «Esta novela tiene una doble faz, porque hablo de lo que sucede pero también honro en ella a mis maestros, a los que he leído desde joven. He escrito de forma abundante desde terrenos suburbiales, pero en este tiempo me he reencontrado con la necesidad que tenemos todos de volver a la naturaleza, a lo botánico, a la vida. Es una obra de hondo aprendizaje vital, ante circunstancias como las que vivimos, de crisis global con estos sufrimientos nuevos».

Después explicaba que este libro es, sobre todo, «un homenaje a mis ancestros, a los que admiro, a las mujeres, al campo de América, a todo este sufrimiento extremo del campesinado, que se marchó a nuestras ciudades, porque las ciudades están hechas de campesinos. Esto es lo que ha ocurrido en todo el mundo, en China, en Europa, en América. Es el campo el que ha hecho a las ciudades. Pero también es una apelación para respetar los tiempos naturaleza y para que todos dejemos de estar sujetos al encierro de las urbes”.

El nacimiento de una novela

“El tercer paraíso” se ubica cerca del confinamiento de 2020. El protagonista de la novela siente entonces la tentación de retirarse a una cabaña a las afueras de Buenos Aires para afrontar la pandemia que sobreviene. Mientras espera, cultiva un jardín con toda clase de plantas y flores. Esta pequeña ocupación y su reencuentro con la naturaleza le llevará a indagar en el pensamiento científico, el nacimiento de la botánica y las expediciones europeas y científicas que se desarrollaron a lo largo del siglo XVIII. A la vez rememora la historia de su familia, que fue arrancada de sus raíces por la dictadura de Pinochet. “La novela nace de la desesperación y la soledad, de las cosas que no podemos evitar, del deseo de producir una obra que llevaba intentado crear y no lograba porque la ficción exige un compromiso extremo. Nace de este encierro donde estaba paradójicamente liberado y donde me encontraba sin fronteras. La novela proviene también de la creación de un mundo que yo conocía y que había abandonado, como la idea de verdad, que es un concepto en crisis. Pero sobre todo, viene de esta libertad individual donde si no nos salvamos todos, no nos salvamos nadie».

Cristian Alarcón, que ha pergeñado una obra esperanzadora, de fuerte acento literario, se declaró ayer como un enemigo la corrección política, que me aburre y a la que combato. Siempre trato de provocar todo lo que pueda dentro de los límites del amor y el afecto. El mundo está hecho de divergencia y de diferencias. La discusión solo es cómo podemos llegar a ser ser mejores”. Reconoció, durante la rueda de Prensa que dio tras anunciarse el fallo del jurado, que los hombres de hoy necesitamos revisar las pequeñas cosas cotidianas con “historias que nos ayuden a revivir lo ínfimo con un carácter universal. Estamos ante una nueva experiencia vital y que nos ha conducido a conectarnos con lo que estaba suspendido. La pandemia nos propuso una pausa para buscar dentro de nosotros y no fuera”.

Este año el jurado estaba compuesto por el escritor español Fernando Aramburu, que ha actuado como presidente, los autores españoles Olga Merino y Ray Loriga; la escritora argentina y librera de Lata Peinada, Paula Vázquez , y la editora mexicana y directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Marisol Schulz Manaut. La directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes (con voz, pero sin voto), completa la nómina. En esta edición se han recibido 899 manuscritos: 131 desde Argentina, 87 desde Colombia, 43 de Chile, 408 por España, 57 desde Estados Unidos, 119d e México, 29 de Perú y 25 de Uruguay. El galardón está dotado con 175.000 dólares, una escultura de Martín Chirino y la publicación simultánea en todo el territorio de habla hispana.