Salman Rushdie, el escritor odiado por el régimen iraní
El mundo no tendrá calma mientras los mulás estén gobernando en Irán
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No hacen falta pruebas forenses para conocer al autor intelectual del plan de asesinato del escritor británico-indio Salman Rushdie. Hace ya tres décadas, el 14 de febrero de 1989, el ayatolá Jomeini emitió una «fatwa» para matar a Rushdie. Desde entonces, las más altas esferas del régimen iraní la han respaldado en repetidas ocasiones e incluso han ofrecido recompensas multimillonarias por su vida.
El 14 de febrero de 1993, Ali Jamenei, el nuevo líder supremo del régimen iraní, aseveró: «El Imán lanzó una flecha hacia este hombre. Su flecha ha salido del arco, y la puntería es precisa. Tarde o temprano, esta flecha dará en el blanco. De hecho, su sentencia (de muerte) debe ser ejecutada, y lo será». Tras el atentado contra el señor Rushdie este viernes en Nueva York, el diario estatal «Keyhan», afiliado a Jamenei, publicó ayer, 13 de agosto de 2022: «Un beso en la mano a quien desgarró el cuello del enemigo de Dios con un cuchillo».
El terrorismo y la exportación del fundamentalismo están en el ADN del régimen iraní. La amenaza del fundamentalismo islámico se ha expandido en gran medida desde que Jomeini tomó el poder en 1979 e Irán, bajo el gobierno de los mulás, ha actuado como su epicentro. La estrategia de los mulás para consolidar el poder se basa en dos pilares: máxima represión interna y exportación del fundamentalismo. Cabe recordar que, antes de la «fatua» del ayatolá Jomeini contra Rushdie, una «fatua» anterior, en el verano de 1988, decretó la ejecución de 30.000 presos políticos que se mantuvieron firmes en su apoyo al movimiento de oposición democrática de Irán, la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK), que pretende derrocar el régimen e instaurar la democracia. Esta salvajada se suma a toda la represión sistemática del régimen contra las mujeres, los jóvenes y las minorías religiosas y étnicas iraníes.
Un ataque personal
Soy un superviviente de un atentado terrorista en marzo de 1990. Cuando me llevaban al aeropuerto de Estambul, mi coche quedó atrapado entre dos vehículos y los terroristas del régimen iraní me atacaron con revólveres y ametralladoras. Me dispararon en el pecho y el abdomen y quedé gravemente herido. Luché por sobrevivir durante meses, e incluso mientras estaba en el hospital, Teherán intentó varias veces acabar conmigo.
Sin embargo, otras víctimas no fueron tan afortunadas. El 24 de abril de 1990, los terroristas diplomáticos del régimen iraní asesinaron en Ginebra al profesor Kazem Rajavi, que fue el primer embajador de Irán ante la ONU y que posteriormente se unió a la Resistencia y fue representante del partido Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI) en Suiza. En los últimos años, el régimen iraní ha incrementado su terror en suelo occidental. En marzo de 2018 los agentes del régimen intentaron volar por los aires la reunión anual del nuevo MEK en Albania.
El 30 de junio de 2018, el régimen envió a su diplomático acreditado, Assadollah Assadi, para planear un ataque con bomba contra el principal evento del NCRI en París. La reunión anual del NCRI, prevista en Albania para el 23 y 24 de julio de 2022, con personalidades como John Bolton esperadas como oradores, fue pospuesta en el último minuto debido a «graves amenazas terroristas».
La maquinaria terrorista de Irán actúa como el brazo extendido de la represión contra sus opositores en el extranjero. Por lo tanto, Occidente debería adoptar una política fuerte y decidida, en lugar de un enfoque apaciguador, para detener al principal Estado patrocinador del terrorismo y exportador del fundamentalismo. La Unión Europea y Estados Unidos, que han sido testigos de los intentos de terror del régimen en los últimos años, deben dejar de hacer concesiones a un Estado terrorista. El Gobierno belga debe retirarse de su vergonzoso tratado con el régimen iraní para liberar al terrorista convicto Assadollah Assadi. Y es que en conclusión, como declaró la líder de la oposición iraní, Maryam Rajavi, tras el atentado contra Rushdie: «El mundo no experimentará la calma a menos que se eliminen las barreras del camino del pueblo iraní hacia el cambio de régimen en Irán». El epicentro de la exportación del terrorismo y el fundamentalismo debe ser erradicado.
Hossein Abedini es subdirector del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRl) en Reino Unido. Es superviviente de un atentado terrorista
en marzo de 1990 en Turquía