Buscar Iniciar sesión

Álvaro Matías: «Todavía nos falta saber poner en valor la cultura»

El director de La Fábrica presenta la segunda edición de Madrid Design Festival –que hoy se inaugura–, un lugar de encuentro para diseñadores y artistas.
larazon
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

  • M.Moleón

    Marta Moleón

Creada:

Última actualización:

El director de La Fábrica presenta la segunda edición de Madrid Design Festival –que hoy se inaugura–, un lugar de encuentro para diseñadores y artistas.
- l hombre que nunca quiso ser creador pero siempre estuvo al lado de los creadores organiza la segunda edición del Madrid Design Festival. Álvaro Matías coge las riendas de un proyecto que durante todo el mes de febrero utilizará el diseño como elemento vehicular de la transformación de Madrid y convertirá la ciudad en espacio de encuentro y creación. Nos recibe en Conde Duque entre ilusiones y preguntas para hablar sobre cultura, diseño y juventud.
–¿Para rediseñar el mundo hace falta tener talento?
–Creo que hay que tener las ideas y el empuje. Se puede tener talento, pero si no lo has desarrollado ni has tenido la necesidad de querer materializarlo es complicado. Realmente el talento es una suma de muchas cosas. Hace falta una idea. Una iniciativa. Y mucho trabajo. Solo así es posible que salgan las cosas.
–¿Por qué es importante incentivar el diseño con este tipo de iniciativas culturales?
–Desde el primer momento nos hemos planteado la posibilidad de que este festival sirva como un gran altavoz del diseño en nuestra sociedad. Una plataforma capaz de acoger propuestas disciplinares interrelacionadas que den pistas sobre los cambios que se están produciendo en el diseño .
–¿Qué tiene el escenario de Madrid para poder proyectar un festival de estas características?
–Madrid Design Festival es la consecuencia directa de todos los mensajes que Madrid está transmitiendo. Somos una ciudad más habitable, que se replantea los modos en los que vivimos y el diseño ahí juega un papel importante. Con las ideas, pero también con el trabajo de los diseñadores. La ciudad rebosa una efervescencia cultural muy activa y eso está favoreciendo el florecimiento de un sinfín de iniciativas. El diseño está formando parte de la identidad de la ciudad y va a seguir haciéndolo en los próximos años.
–¿El diseño por definición tiene más de frívolo que de funcional?
–Eso pasa con el arte contemporáneo o la moda. Pero detrás del diseño hay una funcionalidad igual que detrás del arte existe un discurso o detrás de la moda un trabajo industrial. El diseño es la resolución a un problema. Es la solución a algo. Aunque después vaya acompañado de un estética y de la utilización de una serie de materiales, pero siempre tiene una función.
–¿Qué tiene que tener un proyecto para ser capaz de despertar su curiosidad?
–La base de todo es el contenido. Un buen contenido es lo que marca la diferencia. Algo que te revuelva la cabeza. Que te de vueltas. Que te transmita algo. En el caso de este proyecto, lo tuve claro. Quería intentar llevar el diseño de Madrid al mundo.
–¿Cuidamos poco la cultura en España?
–Tenemos instituciones que promueven muchos proyectos y unas magníficas infraestructuras, pero todavía nos falta sembrar más el concepto de una cultura de cultura. Falta saber ponerla en valor. Se hacen muchas cosas, pero todavía hacen falta más para estar a la altura de otros países internacionales.
–Uno de los puntos clave de este festival es también la apuesta por el talento emergente. ¿La juventud es un regalo o una trampa?
–(Risas). Yo siempre he querido verlo como un regalo. Somos la suma de generaciones que han estado cambiando las cosas. Y la juventud tiene la oportunidad de hacerlo porque tiene la fuerza, las ideas y la energía necesarias para llevarlo a cabo. La única trampa que yo veo quue puede tener la juventud es el elemento de inocencia implícito en según qué años. Pero eso sin embargo puede ser una herramienta útil para afrontar problemas o buscar soluciones de una manera que sea bastante menos contaminada.
–En los tiempos en donde esta inocencia de la que habla era un derecho, ¿qué quería ser de mayor Álvaro Matías?
–Creo que permanentemente estoy pensando en qué quiero ser de mayor (risas). Nunca he dejado de hacerlo. Pero sí que es cierto que desde muy joven siempre he tenido muy claro que no quería que mi trabajo estuviera relacionado con el perfil de quien hace, por ejemplo, el contenido de un libro. No quería ser creador, sino estar al lado de los creadores.