Arantxa Echevarría: "Siempre hemos tenido pudor para hablar de nuestro pasado"
Nominada, entre otras, en la categoría de mejor dirección, la cineasta analiza el éxito de "La infiltrada" y reflexiona sobre la recuperación de la memoria histórica en el cine


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Estar en pleno proceso de localización para su siguiente película canaliza su concentración y evita que su cabeza se nuble o se distraiga excesivamente por la liturgia ceremoniosa del sábado, pero Arantxa Echevarría reconoce al otro lado del teléfono que en cuanto se para a pensarlo un poco, los nervios brotan de una manera inevitable. "Estoy tranquila y distraída hasta que lo pienso", reconoce entre risas. "Ya me puse nerviosa después de las 13 nominaciones y siento que si no nos llevamos nada el verdadero premio es estar allí. Sé que suena a frase hecha y dicha pero jamás pensé que fuera a tener tanto éxito esta película y eso nos hace seguir estando realmente contentos. Que pase lo que tenga que pasar", admite la cineasta antes de reconocer que en caso de ganar algo de todas esas cosas que dice que si no gana no pasa nada y subirse al escenario, la primera persona que va a colonizar su pensamiento y a la que va a dedicar sus palabras de agradecimiento va a ser ella, "la infiltrada".
¿Dónde crees que ha radicado el auténtico éxito de "La infiltrada"? ¿Cuál ha sido el elemento que más ha logrado conectar ya no solo con la Academia sino con el público?
Pues mira creo que esto es algo que por desgracia nunca sabremos, porque de ser así repetiríamos la fórmula hasta la saciedad para poder entender de verdad esta conexión tan difícil y tan enigmática. Pero pienso que uno de los eslabones de esa cadena puede ser el hecho de que está todo contado desde el punto de vista de una chavala de veintidós años: más allá de que sea policía, no deja de ser una chica muy normal. No es Tomb Raider ni una superheroína ajena, es alguien que podrías ser tú. Y no salir de sus ojos, de su mirada y de su perspectiva creo que es algo que al público le ha enganchado. Y luego hay otra cosa importante....
La cuestión de ETA.
Exactamente, hablar del conflicto de ETA parece que a la gente le da como bastante respeto y miedo aún pero creo que ya estamos preparados no solo como sociedad sino como creadores a través del cine. En ese sentido "Patria" y "Maixabel" nos abrieron un camino que nos permitió darnos cuenta de que el espectador está incluso más preparado que el mundo político para informarse sobre estos temas.
"Estamos en un punto de madurez tanto social como cultural que nos permite mirar atrás sin demonios y sin miedos"Arantxa Echevarría
¿Has notado una suerte de canto a la nostalgia histórica con varias de las películas nominadas este año incluyendo evidentemente la tuya?
Sí, sí, sin duda, totalmente. Además es que casualmente nos dimos cuenta en una entrevista conjunta que nos hicieron a varios directores y fuimos conscientes de que efectivamente a partir de formas y miradas muy muy diferentes, estábamos tocando la memoria histórica y también las historias basadas en hechos reales y es algo completamente casual. Estamos en un punto de madurez tanto social como cultural que nos permite mirar atrás sin demonios y sin miedos. Por ejemplo "La virgen roja" habla de la República, que es una época de España que apenas hemos retratado de manera reciente o el impacto de los movimientos sociales como "El 47" o incluso "La estrella azul", que también remite a un periodo local como el de los ochenta en Zaragoza y ha sido algo como te digo completamente casual pero también es verdad que viendo los espectadores que van a las salas pronto descubres que les interesa saber qué o quiénes fuimos en el pasado para no repetir errores y para ser una sociedad con memoria histórica, algo que todas las cinematografías del mundo por otro lado, tienen. En cambio nosotros siempre hemos tenido cierto pudor para de hablar de nuestro pasado, nos vamos de cabeza a las dos Españas confrontadas pero creo que es muy sano que podamos hacer esto que hemos hecho este año y que sobre todo, al público le interese.
¿Una mujer dirigiendo un thriller de acción de estas características, con una estructura tan habitualmente asociada a lo masculino, es ya en sí mismo un triunfo?
A mí me resulta muy importante sin duda destacarlo porque yo crecí con muy poquitos referentes de mujeres directoras que te podría contar con los dedos de una mano: Miró, Bollaín, Coixet y poco más. Que no haya referencias de directoras que puedan hacer y atreverse con temáticas más allá de la imagen que se tiene muchas veces del cine femenino de bajo presupuesto íntimo a veces puede ser desalentador. Entonces claro, que de pronto una película como esta de seis millones de euros funcione y tenga a una mujer detrás, supone un salto cualitativo ya no solo para la industria sino también para la sociedad porque crea esos referentes que yo no tuve cuando era pequeña y quería hacer cine porque abordar una película de tantos millones siendo mujer parecía algo de ciencia ficción.
Además esa presencia femenina que comentamos, en el caso de esta película es completa, no solo está presente en el área de dirección.
Claro, no solamente está dirigida por mí, sino que está coescrita con Amèlia Mora y montada por una mujer, producida por otra. Todo el germen de la película es femenino y abordar desde ahí una temática como la del thriller, que como decías, siempre ha sido tan masculina y donde además los personajes femeninos suelen estar sexualizados, es importante porque en el caso de "La infiltrada" afortunadamente no ocurre: la prota no está sexualizada, hay una compañera embarazada dentro del cuerpo con los problemas reales de una mujer que atraviesa por eso... en fin, muchas cosas que son consecuencia de una mirada más femenina que la que hubiera podido tener un hombre al escribir el guion.
Y el premio a la mejor película de los Goya 2025 es para... "La infiltrada". ¿En quién vas a pensar en ese momento?
Mira yo soy una persona completamente antiviolencia, todo esto que tratamos en la cinta me da mucho miedo, soy una cobarde. Y de pronto ves que alguien capaz de dar su vida, de dar absolutamente todo por mí, que no me conoce...Lo mínimo que podíamos hacer era hacerle esta película.