Egipto muestra de nuevo las joyas de su Familia Real
Coronas de platino y oro adornadas con diamantes y perlas, relojes y medallas de la familia real que gobernó Egipto entre 1923 y 1952 se han sacudido el polvo para volver a mostrarse al público tras casi cuatro años custodiadas por motivos de seguridad.
La revolución del 25 de enero de 2011, que derrocó al entonces presidente Hosni Mubarak, y la situación de inestabilidad vivida en Egipto posteriormente provocaron el cierre temporal del Museo de las Joyas Reales, en la ciudad septentrional de Alejandría, que hoy reabrió sus puertas.
El ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati, dijo a Efe que el museo incluye actualmente 1.045 piezas y 427 selecciones, entre las que destacan las del rey Faruq, la reina Farida y la princesa Fauziya, hermana de Faruq.
Según el responsable egipcio, solo 683 del total de las piezas están expuestas, mientras que las otras 362 están guardadas en el almacén del museo por falta de espacio para mostrarlas.
Al Damati explicó que las piezas expuestas son las joyas de la familia monárquica egipcia que fueron confiscadas por el Estado después de la revolución del año 1952, que derrocó a la monarquía en Egipto y estableció el actual sistema republicano.
Asimismo, explicó que el museo, emplazado en un palacio histórico compuesto por dos pabellones, fue clausurado "excepcionalmente por razones de seguridad", como consecuencia de la revolución de 2011, después de que fuera rehabilitado y reabierto en 2010.
El exdirector del museo Ibrahim Daruish, que asistió al acto de reapertura junto a decenas de responsables egipcios y extranjeros, dijo a Efe que este sitio permaneció cerrado desde el 28 de enero de 2011, cuando fue asediado por los manifestantes, que no llegaron a irrumpir en el edificio, y desde entonces las antigüedades fueron guardadas en las cajas fuertes.
Entre las piezas que se encuentran en el museo destacan cuadros de los miembros de la familia real, joyas y coronas de las reinas y las princesas, relojes de bolsillo y medallas.
Al entrar en el pabellón oriental del palacio, dividido en dos salas, se vislumbran la corona de la princesa Shuikar (1868-1947), fabricada en platino y adornada con diamantes y perlas, y la de la reina Farida (1921-1988), primera esposa del rey Faruq, hecha de oro y tachonada con diamantes.
En el largo pasillo que une los dos pabellones del palacio hay diez ventanas de cristal gigantes en las que se plasman dibujos de escenas propias del Romanticismo, además de una muestra de medallas de la familia real.
En el pabellón occidental, formado por cinco salas, están expuestos objetos, accesorios y adornos de las princesas y los príncipes, entre ellos, una carta escrita en una hoja de oro puro y enviada a la princesa Faiza (1923-1994), hija del rey Fuad, por su marido Ismail Sherin, con motivo de su cumpleaños.
En otra sala están expuestas las copas, entre ellas una del rey Fuad (1868-1936), que incorpora dibujos de paisajes turísticos egipcios y que fue fabricada con motivo de una campaña lanzada por este monarca en el año 1933 para promocionar el turismo en Egipto.
No lejos, se encuentra otra copa de oro puro que pertenece al último rey egipcio, Faruq I (1920-1965), y que pesa más de quince kilogramos.
El edificio del museo, construido en 1923 sobre una superficie de 4.185 metros cuadrados, es un ejemplo de las construcciones egipcias inspiradas en el estilo europeo y cuya arquitectura y adornos fueron realizados por el artista italiano Antonio Lasciac (1856-1946).
La construcción del palacio, que incluye también un jardín, fue ordenada y supervisada por miembros de la familia real egipcia, y sus adornos están inspirados en las leyendas de la época del Renacimiento y llevan toques del Barroco y el Rococó.