Vox pidió un filme sobre este héroe del siglo XVIII y el guionista Borja Cobeaga incendió las redes manifestando que «no nos da la puta gana». Pero esa cinta está en marcha: Enrique Cerezo como productor y Álvaro Saenz de Heredia harán una serie de 4 episodios para TVE sobre el «mediohombre».

Y el Goya es para... Blas de Lezo. Todos los años la gala más importante (y por ende polémica) del cine español arroja un número acotado de nombres propios, en general intérpretes o personajes de actualidad. Pero en la edición de 2019 se ha colado como «actor revelación» un tipo de hace 300 años del que media España no sabía nada antes de los Goya y al que, después del evento, media España odia y media España venera. Así somos. Cómo llegó un almirante cojo, manco y tuerto a capitalizar Twitter a cuenta de la fiesta del cine es uno de esos misterios del cainismo patrio. Blas de Lezo ha desembarcado en 2019 por la puerta (y la pantalla) grande.

Una sugerencia con mucha ironía de Vox tras enterarse de que no estaban invitados a la gala de los Goya puso al héroe de antaño en el disparadero de hogaño. «Queríamos recomendarles [a los del cine] que hicieran alguna película sobre la gloriosa historia de España, Blas de Lezo, por ejemplo... porque los españoles volverían al cine y ellos dejarían de pedir subvenciones». El guionista Borja Cobeaga fue el primero en recoger el guante en las redes sociales: «¡Gracias, Vox, no sé cómo no se me había ocurrido antes!». Todo podía haber quedado en un lance inocuo de no ser porque los Goya llegaron a tiempo y a Cobeaga se le calentó la boca: «Si Vox quiere que hagamos una historia sobre un conquistador demediado pues que la hagan ellos. No nos da la puta gana hacerlo», manifestó en la alfombra roja. Así, entre tuit y tuit, España se enteró de quién era Blas de Lezo y las redes ardieron como los navíos ingleses en la embocadura de Cartagena de Indias, anno domine 1741.

Para más inri, el 3 de febrero, ayer, era el 330 cumpleaños del almirante vasco. Y, oh sorpresa, la historia le regaló una segunda oportunidad al héroe olvidado. Tampoco pasó desapercibida la tremenda ironía de que en la gala en la que triunfó «Campeones», protagonizada por un grupo de personas con discapacidad intelectual, y Arantxa Echevarría, directora de «Carmen y Lola», clamó contra la exclusión de las minorías étnicas y el colectivo LGTBI, en resumen la gala de la diversidad y la corrección política, Cobeaga se refiriera a Lezo (cojo, manco y tuerto) como «un conquistador (sic) demediado (sic)». A pesar de sus múltiples discapacidades, este vasco de tronío al frente de una armada en decadencia venció a la potencia mundial de los mares.

Solo 6 barcos contra 200

Pues bien, no queda aquí cuanto el cine tiene que decir sobre Blas de Lezo. Esa película que pedía Vox, la misma de la que renegaba con cajas destempladas Cobeaga, existe y se hará. Sobre el papel, claro, que esta industria depende de mucho dinero y muchas voluntades. El productor Enrique Cerezo confesaba en noviembre al periodista Andrés Arconada que «estamos terminando de preparar una serie ahora, de cuatro capítulos de hora y media, sobre la vida de Blas de Lezo. Me parece una historia genial, importantísima. Y una historia que creo que se tiene que hacer. Gracias a él, y a todos los españoles que participaron en la batalla de Cartagena de Indias, junto con gran parte de colombianos, no pudo entrar la Armada inglesa y, a día de hoy, desde México hasta Argentina se habla español». Fueron 6 barcos españoles contra 200 navíos de guerra ingleses, una gesta que sería el clímax de este ambicioso proyecto. «Una producción importante», auguraba Cerezo.

LA RAZÓN ha podido confirmar con Álvaro Saenz de Heredia, director de linaje cinematográfico, que ese proyecto sigue adelante liderado por él mismo. TVE podría estar implicado en la emisión del mismo. El proyecto tiene el título provisional en inglés de «Blas de Lezo. Half-Man Legend», es decir, «La leyenda del mediohombre», apelativo que tuvo en vida el almirante por sus muchas lesiones. El mar sería el medio principal del rodaje y la historia narraría no solo el contexto de guerra que le tocó vivir sino su amor con Josefa Pacheco. Un «biopic» y una cinta bélica e histórica cuya financiación detallada se desconoce aún pero que, a buen seguro, requerirá de mucho dinero para completarla con solvencia.

Quizás nadie mejor que Cerezo para involucrarse en un proyecto de esta envergadura. El productor es uno de los pocos que se la ha jugado con el género histórico en un país y una industria refractarios a exponer (no ya glorificar) a sus personajes de antaño. Un ejemplo sería «1898. Los últimos de Filipinas», notable recreación que costó 6 millones de euros en 2016. Desde luego los estándares de producción del cine español están muy lejos del americano o el británico incluso, pero en la sequía tradicional del género histórico en España subyace también la incapacidad de ponernos de acuerdo con nuestro pasado y sus figuras emblemáticas y el rápido encasillamiento como «facha» de este tipo de películas. Mientras que durante el franquismo este género estuvo en boga, las últimas cuatro décadas lo han borrado prácticamente de la parrilla amparándose en parte en que es un ámbito caduco.

Por lo demás, el éxito de público no ha acompañado durante la democracia a este tipo de cintas: sin ir más lejos, «Eldorado», dirigida por Carlos Saura en 1988, la cinta española más cara en su momento, con 1.000 millones de pesetas de producción, se estrelló estrepitosamente en la taquilla. En los últimos años sólo Agustín Díaz Yanes se la ha jugado, con regular fortuna, con el género histórico: ahí están «Alatriste» (2006) y «Oro» (2016).

El pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau, que ha dedicado obras tanto pictóricas como escultóricas a Blas de Lezo, y que participará en la serie, considera en declaraciones a este diario que «yo, como muchos españoles, tenemos anhelo de películas de este tipo. Cuando hago un cuadro de nuestra historia me lo imagino en 3D , oigo los sonidos, los choques de sables, los gritos, etc, cosas que el cine sí puede reproducir» Y añade: «Blas de Lezo es un personaje de novela y, sin embargo, fue real. Todo ello es un peliculón que si fuera de otro país ya se habría filmado repetidas veces».

En Hollywood, ya sería una leyenda de la pantalla. «No creo que haya un desapego de la sociedad por nuestros héroes –añade Ferrer-Dalmau–, simplemente no los ven. Cuando veo películas como ''Master and Commander'', hay un gran público que le gusta, Hollywood no lo haría si no fuera rentable y conozco directores que les encantaría hacer estas producciones, pero no con presupuestos ridículos. Por desgracia estas películas son muy caras y solo serían posibles con capital privado».

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