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Cine
El "Fargo" a la francesa que arrasa en taquilla
El cineasta galo Franck Dubosc dirige y protagoniza, junto a la ganadora del César Laure Calamy, "Misterioso asesinato en la montaña", obra repleta de dilemas éticos

Pocos estímulos cinematográficamente discursivos más excitantes y retadores y divertidos existen que aquellos que nos conducen a la tesitura de, cuestionando nuestra propia moralidad o detonando incluso nuestro propio sentido de lo justo hasta situarnos en un escenario de posibilidad, tener que llegar a plantearnos: ¿qué haría yo en una situación así? ¿Sería capaz de actuar de esa manera? ¿Qué decisión tomaría en ese caso? En definitiva, hacernos partícipes del juego, y eso es justo lo que ofrece al espectador el nuevo trabajo del galo Franck Dubosc, «Misterioso asesinato en la montaña».
El pretexto narrativo, salpicado por el desengrasante de la comedia negra, habla en este caso por sí solo: Michel (a quien da vida el propio Dubosc) y Cathy (tan fantástica y terrenal como siempre Laure Calamy), una pareja notablemente alejada en términos afectivos por el paso del tiempo y las dificultades financieras que ya casi no se habla porque han dejado de tener cosas que decirse y que vive instalada en la monotonía de una vida conyugal en el pueblo de una provincia alterada geográficamente por una cadena de montañas. Hasta que un día Michel, tratando de evitar el choque con un oso en la carretera, colisiona con otro vehículo y mata a sus dos ocupantes (los cuales eran traficantes de droga) alumbrando un cuantioso motín con el que no contaban. Con dos cadáveres y dos millones de dólares en el maletero, de repente los temas de conversación con su mujer se multiplican y ambos pasan a tener tantas cosas de las que hablar como razones para permanecer en silencio.
Desmarcándose de la influencia americana a la hora de armar formalmente este tipo de suspenses rocosos pero sin poder evitar del todo la filtración narrativa yanki, el propio Dubosc asegura en una reciente entrevista que «he querido colocar en un primer plano la relevancia del contexto de los protagonistas, algo que en mis trabajos anteriores, por ejemplo, no tenía tanto peso. En ese sentido, a través del contexto y los detalles que se van proporcionando a lo largo de la cinta, quería que supiéramos que Michel y Cathy compran en un Super U (una cooperativa minorista). Desde el principio, le dejé en claro al equipo que no estábamos haciendo una película “estadounidense”. Aunque me encanta ese cine, esta es francesa con personajes muy franceses que usan anoraks franceses, llevan a sus hijos a la escuela... Incluso los gendarmes parecen verdaderos gendarmes».
Lo más amoral posible
Esta incursión en el cine negro por parte del también autor de «Rumba terapia» o «Sobre ruedas» –títulos que dan pistas sobre la pátina humorística con la que acostumbra impregnar a sus proyectos– invita a sumergirse en un terreno relacionado con asuntos como la moralidad y la ética que el director pretexta así: «Quería que la cinta fuera lo más amoral posible. Evitar el escenario clásico que se espera habitualmente de los personajes que protagonizan una comedia en donde todo el mundo es bueno, la realidad es bonita, idílica, no tiene grietas, ni fallos, ni partes feas o desagradables. En el mundo real no es así y dentro de que esta película tiene toques hilarantes, tampoco quería reflejar esa irrealidad en la historia».
Otra de las cosas que destacan de esta suerte de «Fargo» a la francesa que hoy aterriza en salas españolas después de haber arrasado en la taquilla gala con nada menos que un millón y medio de espectadores es el desequilibrio positivo entre la fuerza de los hombres y la mostrada por las mujeres, siendo en este caso evidente. Algo que, tal y como explica el propio Dubosc, probablemente tenga que ver con «mi pasión por los papeles femeninos y las actrices. Adoro observarlas, verlas actuar. Incluso en la vida real tiendo a observar con admiración a las mujeres en mi vida. Y, así, cuando escribo una película, y esto también será una pretensión consciente para la próxima que haga, la mujer naturalmente tiene prioridad sobre el hombre». Para que añada, como Cathy, la dosis exacta de pragmatismo y cordura que toda persona que está a punto de hacerse rica con sangre de por medio necesita.
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