«La herida»: Un amor prohibido en el África rural
John Trengove. Malusi Bengu, Thando Mgqolozana, J. Trengove. Nekhane Touré, Bongile Mantsai, Niza Jay Ncoyini. Suráfrica, 2017. 88 minutos.
En el ritual de paso que convierte a un adolescente en un hombre, en la comunidad rural de los Xhosa, en Suráfrica, la masculinidad es resistencia al dolor, capacidad de liderazgo, respeto por los mayores y un futuro en el que la heterosexualidad y la paternidad se dan directamente por sentadas. En el áspero corazón de este país africano la virilidad es una condición atávica, tribal y rígida. Los tutores se responsabilizan de los iniciados en un juego de poder y humillación que John Tengrove describe con la minuciosidad de un antropólogo que descubre una tradición tan ignota como reveladora a nuestros ojos: tal vez mucho más de lo que nos gustaría admitir, en ella se arraigan los roles de género que aún socavan la identidad de los que quieren ser distintos en las civilizaciones del primer mundo. Es de agradecer que en su mirada no se consienta ni un ápice de didactismo. Así, «La herida» pone en crisis ese modelo tribal al situar en él la historia de amor clandestina entre dos de los tutores de este ritual iniciático. No estamos tan lejos, por tanto, de «Brokeback Mountain», película que utilizaba la pasión entre dos cowboys modernos como arma arrojadiza contra un género tan asociado con lo viril como ha sido y es el «western». En una secuencia en la que Xolani, el alma sensible, y Vija, el duro de pelar, se permiten un paréntesis de intimidad en plena naturaleza palpita el todavía poderoso recuerdo del magnífico filme de Ang Lee. Del mismo modo que aquella hacía emerger el subtexto homoerótico de un género que mitificaba el nacimiento de una nación, «La herida» visibiliza un tabú en un contexto no por más exótico, sobre todo desde nuestra codificada mirada occidental, menos hostil. Porque ¿cuántas películas hemos visto que hablen de la abiertamente de la homosexualidad en el África negra? La sombra de «Brokeback Mountain» es alargada, aunque no convierte a «La herida» en una película derivativa. Tengrove soporta las odiosas comparaciones haciendo más compleja la telaraña de deseos que atrapa en el armario a sus personajes. Incorpora un punto de vista externo, el de un iniciado rebelde, que añade tensión dramática y sexual al idilio que viven los protagonistas, haciendo evidente la hipócrita caducidad de una ceremonia primitiva –que arranca con una circuncisión a lo vivo– mientras precipita el relato hacia lo que sabemos inevitablemente trágico.
LO MEJOR
Combinar el aliento documental con una historia de amor que cuestiona una tradición tribal
LO PEOR
Que los fans de «Brokeback Mountain» la comparasen para subestimar sus logros