Sección patrocinada por sección patrocinada
Cine

Cine

Lo nuestro va «Sobre ruedas»

Lo nuestro va «Sobre ruedas»
Lo nuestro va «Sobre ruedas»larazon

Franck Dubosc ha interpretado tantas veces al seductor misógino que no es de extrañar que el primer papel que escribe para sí mismo sea también el de un empresario adinerado y egocéntrico capaz de hacerse pasar por una persona discapacitada para conquistar a una mujer. Es lo que sucede en «Sobre ruedas», el filme con el que debuta como director y que protagoniza junto a Alexandra Lamy. Dubosc asegura que la idea de la película surgió justamente porque le apetecía «darle un giro» a ese personaje en el que quizá se le ha encasillado, además de que su experiencia personal le llevó a interesarse por la de las personas con discapacidad. «Mi madre está en silla de ruedas y me he ido dando cuenta de que su mayor problema, lo que más la molesta, es la mirada de los demás», asegura.

Se refiere a la condescendencia con que a menudo se les trata, por lo general relacionada a la ignorancia sobre su estilo de vida. Por eso mismo, Lamy, que interpreta a Florence, una violinista profesional que está en silla de ruedas y de la que Jocelyn (Dubosc) se enamora, afirma que el papel venía con una gran carga de responsabilidad. Primero, debía ser creíble: «Durante dos meses estuve en una, sin utilizar las piernas durante días y noches enteros para entrar en la mentalidad de Florence. Pero, además, el personaje tenía que ir más allá, debía ser luminoso y femenino. Era eso lo que quería proyectar, no a una persona abatida», explica Lamy, y añade: «Hasta que el filme se estrenó no sabía si lo había conseguido. Pero varias personas discapacitadas que lo vieron incluso me agradecieron por representarles de ese modo. Ha sido muy emocionante».

Comedia, no «voyerismo»

También para el director era un reto que el filme no olvidara que se trata, ante todo, de una historia de amor en clave de comedia y no de un documental. «Siendo divertido se pierde el pudor con respecto a ciertas cosas; la dificultad está en no ir demasiado lejos. De no haber sido una comedia, habría resultado más bien «voyerista», y mi deseo era hacer soñar al espectador antes que realizar un reportaje sobre la vida de estas personas discapacitadas», afirma Dubosc. Añade que evitar ese «voyerismo» es una de las razones por las que eligió a la popular Lamy y no a una actriz discapacitada para el papel principal: «Nadie se ha quejado de que no contratase a una verdadera violinista», bromea el director, en referencia a la profesión del personaje de Lamy.