Reese Witherspoon: «En Hollywood, los papeles femeninos no son complejos»
Entrevista a la actriz Reese Witherspoon. Más de mil millas separan a Cheryl de su nueva vida. Una etapa en la que deberá sobreponerse, en solitario y paso a paso, a la pérdida de su madre, a un divorcio y a una espiral de vicios que llevan a la protagonista a la autodestrucción y a Witherspoon a soñar con el siempre deseado Oscar
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«Alma salvaje» abrió la tercera edición del Festival de Los Cabos en México el pasado mes de noviembre y hasta allí se acercó Witherspoon para presentar una cinta que, además de ocupar el papel principal y producir, la ha llevado a la nominación al Oscar. Basada en el libro autobiográfico de Cheryl Strayed y dirigida por Jean Marc Vallée, la película cuenta la superación de la protagonista a través de un viaje a pie de 1.100 millas por la costa oeste de Estados Unidos.
–¿Es éste uno de las papeles más duros que ha interpretado?
–Sin duda es el más difícil que he hecho en mi vida. Físicamente ha sido muy complicado porque mi personaje camina 1.100 millas por nieve, desierto y montañas, y está prácticamente solo durante todo el filme y eso se hace cuesta arriba muchas veces. A esto hay que añadirle que el aspecto emocional es muy crudo. Pierde a su madre por un cáncer, se divorcia y empieza a caer en una espiral de drogas y sexo. Ha sido difícil, pero la historia me llegó al corazón desde el primer momento en que la leí.
–Es productora de la cinta. ¿Cómo encontró el material?
–En noviembre de 2011 el agente de Cheryl Strayed me mandó su libro. Recuerdo que empecé con él en el avión y me puse a llorar como una magdalena. Lo acabé en 24 horas. Hablé con mi agente y le dije que necesitaba conocer a la autora porque me había encantado y que se podría hacer una estupenda película. Así que la llamé al día siguiente y tuve la suerte de convencerla para comprar los derechos.
–¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Jena Marc Vallée?
–Es increíble, es un director franco-canadiense con una forma de rodar muy particular, se asegura que cada día sea auténtico y diferente. No utiliza maquillaje, utiliza con una sola cámara digital y lo hace todo de una manera fluida. Además tiene un estilo para editar novedoso. Le considero un director extraordinario.
–¿Son importantes los premios para una película independiente cómo ésta?
–Extremadamente importantes. «Wild» –título original– es un largometraje de bajo presupuesto y no tenemos la maquinaria de marketing que poseen otros muchos, por lo que cualquier reconocimiento nos viene estupendamente. Pero lo mejor para nosotros y, en particular, para Sheryl es que haya conexión con el público, eso es lo que como artista te llena más, saber que has llegado a la audiencia. Es algo que se queda ahí para siempre. A veces menospreciamos las películas, pero en muchas ocasiones ayudan más de lo que pensamos. Mi gran ilusión como productora y protagonista de esta cinta es llegar a la gente y hacerles pensar sobre lo que han visto.
–Es obvio que este filme es uno de los más interesantes que jamás ha hecho, aunque ¿cuál sería el papel de sus sueños?
–Este personaje ha sido lo más cercano a la interpretación de mis sueños. Cada día tengo nuevas ideas sobre papeles que me gustaría hacer, creo que he sido capaz de evolucionar a lo largo de los años y el público lo ha aceptado de buena manera. Quizá uno que no he interpretado nunca y me gustaría hacer es alguno que pertenezca a un mundo de fantasía, algo como «Juego de tronos» o del estilo de Blancanieves. Sería divertido.
–¿Considera, como ha mencionado algún medio, que «Alma salvaje» es una película para mujeres?
–Es cierto que muchas críticas han mencionado eso, pero creo que si la misma historia fuera interpretada por un hombre nadie diría que es sólo para ellos. Se trata de una historia sobre amor, sexo, muerte, drogas... Al fin y al cabo, es una sobre una persona, independientemente de su género. Creo que era importante para el personaje, Sheryl en este caso, sentirse segura en su mundo, y eso es un gran regalo.
–¿Cuándo empezó a producir sus propios filmes?
–Hace dos años. Compré los derechos de dos libros. Uno fue «Gone Girl» y el otro «Wild». Como te puedes imaginar, este año ha sido muy bueno para mí como productora, ya que hemos estrenado las dos películas. La razón por la que abrí mi distribuidora fue porque la mayoría de los guiones que circulan por Hollywood no tienen personajes femeninos de peso. No son ni interesantes ni complejos como las mujeres que conozco en mi día a día. Es importante desarrollar personajes femeninos atractivos, y no sólo para mí, sino también para las demás actrices. Al principio abrí la productora con mi propio dinero y sólo estábamos mi socia y yo. Es curioso que ahora tenemos a los estudios llamando para que les pasemos proyectos. Se están dando cuenta de que el público está interesado también en este tipo de filmes.
–¿Es cierto que va a hacer un proyecto con Sofía Vergara?
–Sí. El público latinoamericano, y en particular el de México, supone el 35% de la recaudación total de los largometrajes americanos, por lo que creo que es un mercado muy interesante que debe explorarse, así que le pasé siete ideas a Sofía. Descartó seis, pero hubo una que le gustó y, entonces, desarrollamos el guión. Es una comedia sobre dos mujeres, una americana y otra colombiana, que se estrenará en mayo.
De la comedia rosa al Oscar
Puede que sea por la palpable ingenuidad de sus rasgos, pero a Reese Witherspoon pocos la veían candidata a tocar el cielo interpretativo. Sin embargo, después de alternar algunos trabajos insustanciales en el terreno de la comedia (tiene una vis innegable para ello) como «Una rubia muy legal» (2001, en la imagen), que incluso tuvo una segunda parte, la actriz americana iba ganándose el respeto con papeles de mayor profundidad dramática como en «Crueles intenciones». Sin embargo, sus dotes interpretativas y su ingenuidad natural encontraron el molde perfecto para dar vida a June Carter Cash, la mujer del músico Johnny Cash en el biopic que se hizo de él en 2004, «En la cuerda floja». En esa película, Witherspoon incluso se atrevió a cantar ante un público en directo, interpretando las canciones originales e imitando el gorgorito de la cantante virginiana, no sin antes superar los miedos que le llevaron a intentar rescindir el contrato de grabación. Del buen resultado de la aventura hablan el aluvión de premios que recibió: el de la Crítica en EE UU, el del Sindicato de Actores, el Globo de Oro, el BAFTA y, para culminar, el Óscar, como mejor actriz principal, al que vuelve a aspirar este año por «Alma Salvaje». De conseguirlo, sería, sin duda, la entrada de la actriz entre los grandes nombres de Hollywood.
El detalle
Prometedora firma
El director de «Alma salvaje», Jean-Marc Vallée (Montreal, 1963), tiene una escasa filmografía pero interesante, que incluye «C.R.A.Z.Y.» (2005), nominada a los Oscar y que consiguió premios en varios festivales, que le abrió puertas para ir consiguiendo proyectos mejores. Le siguieron dos de época, «The Young Victoria» (2009) y «Café de Flore» (2011), pero sin duda el filme que le ha devuelto a la primera categoría de directores en los últimos años fue «Dallas Buyers Club» (2013), una historia protagonizada por Mathew McConaughey que abordaba el sida desde el ángulo de un cowboy texano. La crítica aclamó el tratamiento y la interpretación de sus actores y tanto McConaughey como Jared Leto se llevaron el Oscar. Su próxima película se llamará «Demolition».