
Descubrimientos
Investigadores de detectores de metales desentierran objetos de hace 2.000 años y no dan crédito
Según los expertos, solo en Gran Bretaña se ha encontrado un tesoro similar

Un descubrimiento sin precedentes ha dejado a los arqueólogos asombrados en los Países Bajos. Un grupo de amantes del detector de metales encontró un impresionante tesoro de monedas de oro y plata con más de 2.000 años de antigüedad en un campo a las afueras de la localidad de Bunnik. Este hallazgo ha sido calificado como uno de los más importantes de Europa en lo que respecta a monedas romanas y británicas.
Las autoridades neerlandesas, a través de la Agencia de Patrimonio Cultural, confirmaron que el hallazgo incluye más de 400 monedas de diferentes orígenes y épocas. Este descubrimiento es especialmente relevante debido a la ubicación de Bunnik, que en su momento formó parte de la frontera norte del vasto Imperio Romano. Según los expertos, solo en Gran Bretaña se ha encontrado un tesoro similar, lo que hace que este hallazgo sea único en el continente europeo.
El descubrimiento que ha impactado en los Países Bajos
Dos aficionados a la detección de metales fueron los responsables de encontrar las primeras monedas. Tras su descubrimiento, informaron a las autoridades y se llevó a cabo una excavación arqueológica detallada para confirmar la autenticidad y magnitud del tesoro.

Los expertos determinaron que la mayoría de las monedas romanas datan de los años 46 y 47 d.C., coincidiendo con el final de la primera campaña de conquista de Roma en Gran Bretaña. Entre ellas, se identificaron cerca de 300 denarios de plata, acuñados entre el 200 a.C. y el 47 d.C.
También se recuperaron 72 áureos de oro, monedas de gran valor que fueron acuñadas entre el 18 a.C. y el 47 d.C. Lo más llamativo de estas piezas es que parecen no haber sido usadas, lo que sugiere que provenían de una reserva de monedas recién acuñadas.
Monedas británicas en territorio romano
Además de las monedas romanas, se encontraron decenas de piezas de origen británico. Estas monedas, hechas con una aleación de oro, plata y cobre, fueron acuñadas con el rostro del rey celta Cunobelino, quien gobernó entre el 9 y el 40 d.C. Los investigadores creen que los soldados romanos pudieron haber llevado estas monedas desde Gran Bretaña hasta Bunnik, ya sea como botín de guerra o como parte de su pago.
Una teoría sugiere que el tesoro fue enterrado como una forma de ocultarlo temporalmente, aunque otra hipótesis apunta a que pudo haber sido una ofrenda a los dioses para agradecer un regreso seguro después de la batalla.
Este hallazgo no solo aporta nuevas perspectivas sobre el comercio y la expansión romana en el norte de Europa, sino que también permite a los expertos conocer más sobre las rutas utilizadas por los soldados y la economía de la época.
El Museo Nacional de Antigüedades de los Países Bajos ha adquirido 381 de las 404 monedas encontradas, y ahora forman parte de una exhibición permanente dentro de la Colección Arqueológica Nacional.
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