Zack Snyder: «Ben Affleck es un Batman con mundo»

Se ha encargado de dirigir uno de los proyectos más esperados y polémicos de este año: el primer duelo cinematográfico (e interpretativo) entre Batman y Superman.

Igual que otros realizadores, comenzó en el mundo de la publicidad, donde trabajó para firmas de vehículos de alta gama como fueron Audi o BMW. Su debut cinematográfico se produjo más tarde, en 2004, con el remake de «Dawn of the Dead», filme que funcionó relativamente bien el taquilla y recibió buenas críticas, aunque, en realidad, sería con su siguiente filme «300» (2007), una película basada en la famosa novela gráfica de Frank Miller, donde Snyder pasó a la primera liga y tuvo un gran éxito de público y, sobre todo, en taquilla. Su siguiente desafío, «Watchmen» (2009), también basada en una novela gráfica, esta vez de Alan Moore, un verdadero mito para muchos. Esta cinta recaudó 187 millones de dólares a nivel internacional y no desilusionó a los exigentes seguidores del dibujante. Pero no todo han sido éxitos en su trayectoria. «Suckerpunch» y «Legends of the Guardians» no cumplieron con sus expectativas. Resultó un momento crítico en su carrera. Parecía que el embrujo del director había desaparecido, pero, afortunadamente, lo recuperó con «Man of Steel» (2013). Presumido y obsesionado por mantenerse en forma –algo que le obliga a entrenar todos los días–, Snyder tiene un carácter tan exigente que pide a sus intérpretes que tengan el mismo nivel de preparación física que él. De hecho, a veces entrena con ellos.

A diferencia de otros directores que se centran en la edición y el corte rápido en escenas de lucha, Snyder siente predilección por las escenas bastante más largas y rodadas a cámara lenta. Un ejemplo de esta debilidad es una de las escenas que protagoniza Rey Leónidas en «300», cuando aparece asesinando a sus enemigos. Un momento del filme que alcanza el minuto de duración, algo poco común. Ahora, el realizador estrena la esperada «Batman vs. Superman», donde podemos ver el enfrentamiento entre dos de los más grandes súperhéroes del cómic, interpretados por Heny Cavill, que repite en el papel de Superman, y Ben Affleck, que se estrena como Batman.

–Tuvimos un montón de conversaciones tras el estreno de «Man of Steel» sobre quién interpretaría el papel de villano para la siguiente entrega. Llegamos a la conclusión de que estaría bien no hacer una secuela típica o tradicional sino más bien comenzar otra línea mitológica. Eso es principalmente lo que me hizo engancharme a este proyecto. Comenzar un nuevo camino. La idea de la lucha entre Superman y Batman nos pareció muy interesante. Una vez que nos decidimos por este proyecto, nos pusimos a pensar y a crear el conflicto que debía existir detrás en un choque de esta naturaleza. Este punto es lo que, de verdad, más me sedujo de esta trama.

–Superman es un ser benevolente, amable, criado en Kansas, conocido por su amabilidad; Batman es un tipo más bien anarquista y, a la vez, un juez, un justiciero.

–Primero tenemos que partir de la idea de que este filme es algo diferente a lo que Chris Nolan ha hecho, así que no podíamos contar con Christian Bale porque no formaba parte de este nuevo universo. Lo nuestro era distinto.

–Muchas cosas. Me apetecía un Batman maduro, no decrépito (risas), pero con cierto mundo, con experiencias y creo que Ben (Affleck) se adecuaba a estos requisitos. Es una estrella del cine en toda la extensión de la palabra. Empieza a tener canas y eso le hace interesante. Personalmente le considero un buen actor y una buena persona. Además, la altura ayuda: no buscaba un Batman de mediana o baja estatura. Me gusta que Batman sea alto.

–Soy un gran fan de «El regreso del Caballero Oscuro» pero como te he comentado esta película no tiene nada que ver con ese filme. Adoro a Miller y comparto con él su visión estética y sin duda su representación de Batman en ese filme me inspiró bastante.

–Ha sido conmigo bastante generoso. Me decía constantemente: «¿Qué necesitas jefe? Dime qué tengo que hacer». Es una persona con una ética laboral impresionante. El traje que tiene que llevar en el filme no es ninguna tontería: pesa una barbaridad y es extremadamente incómodo. Aunque le pusimos una cremallera para facilitarle la vida (risas). Y te debo confesar que a Henry (Cavill) le pusimos otra en su traje. Así no había más peleas.

–Creo que introducir a Wonder Woman en el filme es un gran acierto. Se trata de una heroína de una gran magnitud. Pienso que es una oportunidad increíble para presentar a una mujer con poderes que se convierta en un referente. Estoy orgulloso de tener la ocasión de situarla en un lugar que sea lo suficientemente visible. La mitad de mis películas han tenido personajes femeninos muy potentes, incluso «Amanecer de los muertos» tiene a una mujer como líder de la trama.

–Es sencillo: he tenido referentes femeninos muy fuertes en mi vida y las mujeres con carácter no me intimidan ni me sorprenden, lo veo natural. Te recomiendo un libro llamado «History of Wonderwoman», si no lo has leído hazlo. Es increíble.

–Encontramos a la mejor Wonderwoman posible. Gal Gadot es perfecta para darle vida. Hicimos audiciones a muchísimas actrices, pero Gal tenía todo lo que andaba buscando: es fuerte, atractiva, amable, buena persona y posee una fuerza aplastante. Cuando se pone seria se pone tremendamente seria (risas). Al realizar la prueba junto a Ben ambos nos quedamos gratamente sorprendidos.

–No lo recuerdo exactamente. Al final quedaron seis pero entrevistamos a cientos, resultó agotador.

–La hubo, sin ninguna duda.