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Concierto de Santa Cecilia: La Sinfónica de Madrid viaja a París

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Obras de Falla, Martino, Ravel, Stravinsky y Álvarez Alonso/Halffter. Oboe: Cayetano Castaño. Orquesta Sinfónica de Madrid. Director: Juanjo Mena. Auditorio Nacional. Madrid, 26 -XI-2018.
Son ya 33 las ediciones del concierto de la Orquesta Sinfónica de Madrid con motivo de la festividad de Santa Cecilia. La música conmemoró mayoritariamente el día de su patrona hasta que los franceses se inventaron en 1982 el 21 de junio como el día de la música. No será ésta la razón, pero la OSM decidió homenajear indirectamente a París, la ciudad con la que mantuvieron vinculación los cuatro compositores programados: Falla, Martinú, Ravel y Stravinski. Falla dedicó sus «Homenajes» a Arbós, Debussy, Dukas y Pedrell y la compuso partiendo de breves piezas previas con el añadido de una nueva inspirada en «La Celestina» de Pedrell. Martinú, en Suiza, compuso el «Concierto para oboe y pequeña orquesta», aunque la plantilla que emplease Juanjo Mena en esta ocasión no fuese tan reducida. Los siete «Valses nobles y sentimentales» de Ravel, inicialmente para piano y posteriormente orquestados y reutilizados en el ballet «Adelaida», atraen en su delicadeza pero hoy sucumben ante ese prodigio que es «La Valse», obra que no habría encajado en una segunda parte del concierto que nos ocupa junto a la suite de «El pájaro de fuego» de Stravinski. La OSM, titular del Teatro Real, se encuentra en un gran momento y ello es más perceptible cuando sube al podio un maestro de talla. Juanjo Mena dirigió con su solvencia habitual, bailando un poco algunas de las partituras, y logró plasmar una lectura de admirable ejecución de «El pájaro de fuego», en la que los solistas del conjunto mostraron su calidad y los tuttis ofrecieron una destacable contundencia. Esa calidad fue aún más destacable en la actuación de Cayetano Castaño, oboista solista de la agrupación, en el concierto de Martinú. Terminó la velada con la muy inspirada versión de «Suspiros de España» realizada por Cristóbal Halffter para entusiasmo del público que llenaba la sala.