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Crítica de "Todos los colores de la oscuridad": La integridad en un mundo donde no existen el bien ni el mal ★★★

El londinense Chris Whitaker peca de un exceso de páginas en esta metáfora ambientada en el sur de Estados Unidos
Esta obra de Whitaker no es de las mejores suyas
Esta obra de Whitaker no es de las mejores suyasArchivo

Valencia Creada:

Última actualización:

Hay algunos autores que se gustan escribiendo. Suelen ser unos novelistas fluviales porque acostumbran a concebir novelas río por lo caudalosas que suelen ser. Chris Whitaker pertenece justamente a ese tipo de creadores que se recrean en su propia prosa fluida y se dejan llevar por ella sin oponer resistencia alguna.
Suele, asimismo, haber dos características esenciales que, por lo general, acompañan a esta clase de autores: cierto preciosismo poético y el irrefrenable deseo de contarlo todo. Como si quisieran cartografiar su mundo imaginario y condensarlo en un relato que nunca encuentra los bordes de la contención. Es decir, resultan incapaces de sintetizar esa prosa poética que los domina. El título es ya un indicio de los ideales que lo guían: «Todos los colores de la oscuridad». Un resumen poético de ese mundo que se irá desplegando a partir de una anécdota criminal que lo emparenta de una forma ligera con el «country noir». Aquí lo importante es la descripción de un pueblo y los dramas de sus gentes siguiendo las huellas de grandes clásicos como Mark Twain y John Steinbeck.
Con desgana
Durante su extenso número de páginas el lector se ve involucrado, al principio sin oponer resistencia, luego ya más con desgana, en ese mundo rural típico del sur de los Estados Unidos en el que la belleza del río Misuri, con sus campos y florestas, componen un tapiz de belleza que el autor recrea sin saber cómo acotar la exuberancia que brota de su pluma. Whitaker, además de ser un enamorado de su prosa, se rinde ante todos sus personajes, hasta el punto de acompañarlos a lo largo de sus vidas sin escatimar cataclismos personales, una laxitud en los problemas morales así como un trasfondo de integridad que sobrepasa las categorías usuales del bien y el mal por otras que sintetizan una bondad primordial.
En síntesis, son como alegorías morales que se oculta tras la simbología que encarnan. Hay lectores que aman la novela río caudalosa como el Misuri y otros que prefieren síntesis y concisión narrativa. Unos caerán enamorados de su colorido y otros, no.
▲Lo mejor
La sencillez con la que narra la vida trágica de unos niños hasta su madurez
▼Lo peor
Carecer de la capacidad de sintetizar ese mundo poético que describe