El último trago de Juan del Val

El productor gana el Premio Primavera de Novela con «Candela», donde tres generaciones de mujeres contemplan la vida desde la barra de un bar.

El único lugar donde las emociones más primarias del universo son capaces de condensarse en el interior de un vaso de cerveza, se convierte en el escenario principal de la historia ganadora de la vigésimo tercera edición del Premio Primavera de Novela. El bar como casa, como escaparate, como puerta. El bar como pregunta, como espejo, como sociedad ilimitada a la que pertenecer siempre. Esa es la base conceptual sobre la que el periodista de radio y televisión Juan del Val ha construido «Candela», una historia protagonizada por tres generaciones de mujeres que luchan contra la tiranía de las horas desde la barra de un bar. La obra, que ha sido elegida entre la nada insignificante cifra de 1.125 propuestas literarias, se centra en el personaje que da nombre al libro, una camarera de cuarenta años de edad, enormemente observadora, lúcida y espabilada, que regenta un bar de barrio junto a su madre tuerta y su abuela. Por delante de sus ojos pasará una variopinta clientela, público mayoritario del pequeño teatro por el que asoma la vida que consigue rematar el puzzle de existencias que componen el día a día de la calle.

El jurado presidido por Carme Riera y compuesto por Antonio Soler, Gervasio Posadas, Fernando Rodríguez Lafuente y Ana Rosa Semprún, destaca que «es una novela que tiene una gran frescura narrativa, está llena de renuncias y anhelos y el friso de personajes femeninos tan pegados a la realidad resulta tremendamente actual», algo que parece que va a contribuir a que se convierta en «un gran éxito».

Uno de los galardones literarios más prestigiosos en lengua española dotado con 100.000 euros, ha recaído este año en la figura de un escritor, que, paradójicamente, posee una gran capacidad para adentrarse en el alma femenina. «A mí las mujeres siempre me han maravillado. Y no solo a nivel sexual. Con la creación de un personaje como Candela, he pretendido, ser capaz de meterme en su mundo, en su manera de entender, de sentir, de ver las cosas y articularlo como si realmente pudiera pensar como lo haría ella», ha declarado el autor al tiempo que añadía que «siempre he sentido devoción por el mundo femenino». Una fascinación que se refleja en el retrato veraz de una mujer corriente que está acostumbrada a la soledad, vive las emociones del pasado de una manera descarnada y establece un vínculo único con el paso del tiempo. Después de varias cavilaciones, el jurado se ha decantado por esta crónica urbana en clave de tragicomedia que dibuja las peripecias vitales de una protagonista que necesita, al igual que su creador, recurrir de forma rutinaria al sentido del humor para afrontar la vida y sus rincones. «No concibo la existencia de una vida sin sentido del humor. Considero que hay que reírse de todo, siempre. Eso es lo que nos salva», añadía.

Queda descartada la posibilidad de llevar a cabo un traslado cinematográfico de la historia tal y como ha confesado el propio Del Val: «Mi manera de contar historias es muy audiovisual. Sin embargo no tengo intención de llevar la novela a la gran pantalla de momento. Si alguien está interesado en hacer una pelicula, por supuesto lo valoraría, pero este libro está pensado con vocación de lectura». Tras confesar que supone un auténtico sueño figurar al lado de antiguos ganadores como Savater o Rosa Montero, Juan del Val intenta conseguir el suyo propio.