Hallan dos cartas inéditas de Blas Infante que podrían haberse escrito hoy
El padre de la patria andaluza consideraba que había que hacer más caso a los problemas y necesidades del pueblo "que a los intereses de partidos cuyos programas no se cumplen"

El historiador del Andalucismo Histórico y biógrafo de Blas Infante Manuel Ruiz Romero ha documentado dos cartas impresas firmadas por el padre de la patria andaluza, que han sido encontradas en un archivo personal ubicado en Sax (Valencia).
Según ha informado Ruiz Romero en un comunicado y ha concretado a EFE, las cartas fueron fechadas en diciembre de 1935 y enero de 1936, y han sido localizadas en el archivo personal de uno de los colaboradores más íntimos del notario de Casares, el agrónomo Pascual Carrión.
Tituladas 'Cartas Andalucistas', responden a una serie de circulares impresas en imprenta que Infante dirige a los hombres y mujeres de su movimiento: la Junta Liberalista de Andalucía.
Ambas, confeccionadas en la Imprenta de la Gavidia de Sevilla, representan ocho folios inéditos con letra de caja diez, las cuales recogen valoraciones sobre la marcha de la República y el proceso a la autonomía, así como escritos del andalucista con diferentes personalidades, entre ellas los Consejeros de la Generalidad con Companys al frente, o bien el abogado, editor y escritor catalanista, Cases-Carbó.
Hasta ahora era conocida desde 1979 la existencia de una primera circular de dicha serie gracias a José Luis Ortiz de Lanzagorta publicada en su libro 'Blas Infante. Vida y muerte de un hombre andaluz'.
Pero la localización de estos dos nuevos ejemplares impresos, "en un momento de paralización del impulso autonómico en tiempos de la II República", representa "una significativa fuente documental primaria para conocer la opinión del ideólogo días antes de la victoria del Frente Popular y analizar el pulso del movimiento andalucista".
En ambos casos, Infante muestra su decepción y pesimismo por la marcha del régimen republicano el cual, "más allá de imprimir nuevos valores a la acción política y a la ciudadanía, prosigue con prorrogadas dinámicas elitistas y profesionalizadas más propias de la dictadura primorriverista".
"Convencido de que la política es un servicio público dedicada a la mayoría social", el andalucista considera que hay que hacer más caso a los problemas y necesidades del pueblo "que a los intereses de partidos cuyos programas no se cumplen", añade el historiador.