Cargando...
Sección patrocinada por

Libros

“Hay algo que no se nombra, que no termina de aparecer”: una conversación con Tamara Silva

La escritora responde a LA RAZÓN sobre diversos temas acerca de 'Larvas', su último libro

La literatura de Tamara Silva incomoda desde lo íntimo. En Larvas (Páginas de Espuma, 2025), su primer libro de cuentos, lo perturbador emerge desde lo cotidiano con una naturalidad inquietante Tamara Silva

La literatura de Tamara Silva incomoda desde lo íntimo. En 'Larvas' (Páginas de Espuma, 2025), su primer libro de cuentos, lo perturbador emerge desde lo cotidiano con una naturalidad inquietante. Ocho relatos que exploran la adolescencia, la corporalidad, el deseo, el tránsito y lo larvario en todas sus formas, despojándose de la necesidad de explicar o justificar lo insólito.

Silva —reconocida con premios como el Bartolomé Hidalgo y el Premio Nacional de Literatura de Uruguay en la categoría Ópera Prima— construye un universo narrativo donde el cuerpo es el eje desde el que se transforma, se desborda y se habita lo extraño. En esta entrevista, conversamos sobre su proceso creativo, sus influencias, el impacto de los premios literarios y cómo la música de Dillom terminó dejando huella en su escritura.

Pregunta: En 'Larvas', exploras lo insólito y lo fantástico desde lo cotidiano. ¿Cómo fue tu proceso creativo para lograr esa fusión entre lo real y lo perturbador?

Respuesta: Trabajar con lo cotidiano fue muy útil para mí, porque hay algo en lo conocido, en lo mimético, que se asienta en el cuento y permite que la irrupción de lo otro —eso insólito— sea más particular, más inusual. Incluso si no lo es en sí mismo, lo parece en comparación con esa realidad tan cercana y reconocible.

P: En entrevistas anteriores mencionaste que intentaste despojarte de la obsesión por la verosimilitud en este libro. ¿Cómo influyó esa decisión en la construcción de los relatos?

R: Creo que, en primer lugar, lo que hice fue deshacerme de ese pensamiento de: "¿Esto es creíble o no?". Partí directamente desde la base de que sí es creíble. Eso me dio una seguridad muy buena para navegar, sobre todo, en lo insólito. No se trata de que no haya verosimilitud, sino de repensar qué entendemos por verosímil, por verosimilitud, y cuánto importa eso realmente en el proceso creativo.

P: El cuento que da título al libro aborda temas como la vergüenza corporal y la adolescencia. ¿Qué te llevó a explorar estas temáticas desde una perspectiva tan íntima y perturbadora?

R: En ese cuento hay un juego alrededor del deseo, una suerte de deseo muy natural y muy sensual en juego, desde la canción que cantan los hermanos hasta lo que ocurre después. Hay una tensión entre el querer ser otra cosa, estar en otro lugar, y ese aburrimiento que les pesa sobre las cabezas.

También está la deformidad, pero en el mejor de los sentidos. Y ahí encuentro una gran potencia de creación.

P: ¿Cómo seleccionaste los ocho cuentos que componen 'Larvas'? ¿Hay un hilo conductor que los une más allá de lo temático?

R: No fue un trabajo de selección, sino más bien de agrupar y crear. Nada se quedó afuera. A medida que iban apareciendo los cuentos, se integraban al libro. Cada estímulo, cada pedacito de texto que podía convertirse en relato, muy pronto encontraba su lugar en esta reunión de textos diversos que, a nivel de universo, empezaban a tener que ver entre sí. Creo que el tema de lo larvario y de lo sutil, eso que queda por debajo de los cuerpos, está presente en todos los cuentos. Ese hilo los une muy fuertemente. Cuando todavía no había empezado a escribir el libro, ya tenía una imagen y una dirección, como una especie de dirección poética. Pensaba en las larvas: cómo son, dónde viven, en qué etapa del desarrollo están... Entonces apareció esa idea del tránsito, de vivir en un cuerpo ajeno. Me interesó mucho y la elegí.

"Hay lecturas que me han formado, no solo como escritora, sino como persona"

P: Has sido reconocida con premios como el Bartolomé Hidalgo y el Premio Nacional de Literatura en la categoría Ópera Prima. ¿Cómo han influido estos reconocimientos en tu carrera literaria?

R: Creo que han dado visibilidad, que siempre es importante y se agradece mucho. Eso, sobre todo: visibilidad. También pueden ser un estímulo, especialmente aquellos que vienen acompañados de dinero. Es un apoyo interesante porque la escritura, en general, no lo da. Así que los premios tienen esa otra cara bastante atractiva. Tal vez, incluso, te acercan a publicar en una editorial que te gusta. Esa es una de las cosas buenas que tienen.

P: Tu estilo ha sido descrito como una mezcla de realismo y elementos poéticos. ¿Cuáles son tus influencias literarias y cómo han moldeado tu voz narrativa?

R: No sé si tengo influencias literarias directas al momento de escribir, pero sí es cierto que hay lecturas que me han formado, no solo como escritora, sino como persona. Y creo que ahí está lo importante, lo revelador. Siempre pienso en autoras uruguayas con las que me crie un poco, como Armonía Somers, Idea Vilariño o Marosa di Giorgio. Me gustan mucho y estuvieron muy presentes en mi formación lectora. Hay algo en ellas que cambió un poco mi forma de pensar la literatura y el cuento, sobre todo.

P: El libro comienza con un epígrafe de Dillom, de la canción “Cirugía”. ¿Qué conexión encuentras entre su música y tus cuentos?

R: No sé si con toda su música, pero sí con ese último álbum que se llama Por cesárea. Hay algo ahí de lo corporal, de la obsesión, de estar cerca del otro de una manera muy... sí, obsesiva tal vez, que me pareció muy interesante y potente. Mientras pensaba este libro, escuché mucho ese álbum, así que terminó influenciando, al menos en alguna pequeña parte, a los cuentos.

P: Si tuvieras que describir 'Larvas' en una sola palabra, ¿cuál sería y por qué?

R: "Misterio". Diría misterio, porque hay algo de lo que no se dice, de lo que no se nombra, de lo que no termina de aparecer en la superficie, que es muy importante en todos los relatos.

P: ¿Qué te gustaría que experimentaran los lectores al leer 'Larvas'?

R: Me gustaría que les pasaran cosas a nivel físico, corporal. Que tuvieran una sensación de cuerpo.