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¡Hemos sido engañados!: Los gladiadores romanos no salvaban la vida con el pulgar hacia arriba

El dedo hacia abajo tampoco es un gesto que marcase el futuro inmediato de los luchadores en los coliseos
Joaquin Phoenix, en 'Gladiator' (2000)
Joaquin Phoenix, en 'Gladiator' (2000)Universal
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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Hay quien dice que los autoestopistas empezaron a levantar el pulgar para transmitir confianza a los conductores... Pero no deja de ser una de las grandes leyendas urbanas que hemos ido pasando de una generación a otra. 
Pero si de pulgares va la cosa, la palma se la lleva el gesto que, en los coliseos romanos, marcaba la vida (o no) de los gladiadores. Ahora que 'Gladiator II' arrasa en taquilla, más allá de rigores históricos, no está de más destacar que ¡hemos sido engañados durante años! Así lo afirma Martín Escolar en una de sus 'Píldoras culturales' que acaba de publicar en Península.
"El pulgar representaba la espada desenvainada"Martín Escolar
Una teoría que va en la línea del texto que María Engracia Muñoz-Santos, especialista en espectáculos romanos y coautora del libro 'Gladiadores. Valor ante la muerte', publicó en LA RAZÓN en el que analizó de las escenas del filme, llenas de "espectáculos imposibles y fantasías que superan las imaginaciones más calenturientas de la antigua Roma", aseguraba. 
De toda la vida se ha dicho que el pulgar para arriba era el símbolo de la afirmación. La diferencia entre la vida y la muerte en las arenas de Roma. Arriba, bien, otro día más para vivir; abajo, mal, al hoyo. Sin embargo, el autor desmonta una tesis que incluso es repetida en los "tours" en el Coliseo. "Si el dedo estaba arriba, significaba que se conservaba la cabeza. Por el contrario, si lo ocultaba o lo ponía en horizontal, la muerte era lo que le esperaba", se repite en algunas de las visitas guiadas por el monumento.
Pero Escolar asegura que eso no es así, que el cine, el arte, la literatura y las habladurías han hecho mucho daño a la historia. "Nos han hecho creer que cuando el césar levantaba el pulgar en un anfiteatro estaba salvando la vida del gladiador, ¡y es justo lo contrario!", escribe.
"Todo cambió con la llegada del cristianismo"Martín Escolar
Al hacer ese gesto, continúa, estaba pidiendo que se acabara con su vida, "ya que el pulgar representaba la espada desenvainada"; por eso, además, el emperador solía acercar la punta del dedo a su garganta, lo que enfatizaba su deseo de que se diera fin al luchador caído.
Pero lo más curioso, según señala el libro, es que para salvar la vida del vencedor el césar tampoco podía su dedo hacia abajo. "En lugar de eso, mostraba su puño cerrado con todos los dedos alrededor del pulgar, es decir, con este dedo 'envainado' dentro de los demás, para que el gladiador triunfador enfundara su espada".
Pero, si el pulgar hacia arriba significaba la muerte, ¿por qué ahora asociamos ese gesto con algo positivo y el pulgar hacia abajo con algo negativo?: "Pues porque todo cambió con la llegada del cristianismo", responde: "El pulgar hacia arriba señalaba al cielo, así que indica el bien, la salvación, la vida... mientras que el pulgar hacia abajo indica al infierno". Es decir, el mal y la muerte.