Josema Yuste: «En Cataluña no interesa lo madrileño»
Dirige e interpreta «Taxi» en el Teatro Maravillas de Madrid en su tercera temporada.
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Josema Yuste dirige e interpreta «Taxi» en el Teatro Maravillas de Madrid en su tercera temporada.
Conozco a Josema Yuste desde hace tantos años que estoy por pedirle que se haga la entrevista él mismo. Y debo confesar que no hay vez que no charle con él que no me parta de la risa. Mira que hay otra gente que trabaja en eso tan complicado que es el humor que no es graciosa en la distancia corta, pero no es el caso de Josema, que es, además, el prototipo de buen chico, guapetón y solidario que todas las suegras querrían de yerno. Y eso que no se calla nada que considere oportuno señalar. Incluido que Pablo Iglesias tiene «aspecto de sucio y de no haberse duchado en tres días». Le digo que cómo se le ocurre soltar esa perla en medio de una entrevista de promoción de la obra que ahora representa en el teatro Maravillas de Madrid, «Taxi», y me contesta, sin perder la sonrisa, pero con la contundencia debida: «Pero, vamos a ver, es que no he dicho más que lo que es. La gente aquí se ofende con dos de pipas. ¿De qué tiene aspecto? ¿De Tom Cruise en “Top Gun”? No. Tiene el aspecto que tiene. Otra cosa es que pueda ser un tío estupendo, mentiroso o lo que sea. Me da igual, pero el aspecto que tiene es el que es. Ya está. Ahí lo dejo».
En fin, menos mal que su labor de hacer imitaciones de políticos pasó porque, teniendo en cuenta el talante de estos días y la falta de sentido del humor que se respira en el Congreso, es posible que Josema Yuste se hubiera ganado algo más que alguna antipatía. Ni siquiera sé si los políticos de ahora son suficientemente imitables... «Claro que sí. Ahora mismo hay una saga que son muy imitables, lo que ocurre es que yo estoy, digamos, en otro estado de mi vida profesional diferente. Siempre haciendo humor de alguna forma, pero sin utilizar la imitación como vehículo para llegar al público».
Y es el teatro, precisamente, lo que ahora le tiene muy entretenido: «Sí, porque, con un gran ayudante de dirección, Alberto Papa-Fragomén, dirijo la obra y la coproduzco. Llevamos tres años y medio con “Taxi” y en esta tercera temporada entramos en Madrid, en el Teatro Maravillas. O sea, que no puedo pedir más».
Produce, dirige, interpreta...¡Le falta pasarle el polvo a las butacas! «Bueno, no te creas, que en alguna ocasión... (se ríe) No, pero, en fin, es que el teatro es una cosa muy artesana y hay que controlar mucho si quieres que salga bien. Ya lo dice el refrán, “el ojo del amo engorda al caballo”. Pues esto es igual, tienes que estar encima, a pie de obra y tratando de enfilar, día a día, la comedia. Porque esto no es una peli que la ruedas y te vas, no. Aquí cada día la función tiene que salir no bien, sino muy bien. Si no, a mí no me vale. Toco mucho las narices a los actores, lo sé, lo reconozco, pero para eso estoy». Supongo que el principal factor del éxito es el propio Yuste... «Mira, “Taxi” es un vodevil de un autor inglés formidable que es Ray Cooney, el mismo autor de “Sé infiel y no mires con quién”, que es una comedia de enredo a lo bestia».
Una historia de amor
La forma está muy bien, pero sin fondo, difícilmente se llega los espectadores. Y en el fondo de esta comedia, en realidad, hay una historia de amor. «Bueno, es la de un taxista que tiene una doble vida muy curiosa porque no es el típico hombre casado con amantes, sino un señor casado que está enamorado de verdad de dos mujeres».
No sé si la infidelidad vende, pero lo cierto es que «Sé infiel y no mires con quién» duró muchísimo sobre los escenarios y «Taxi» va por el mismo camino. «Ojalá. De momento, estoy contentísimo con la reacción del público». Le pregunto a Josema si en toda España se ríen igual y no duda: «Pues no. Para qué te voy a engañar. Estuvimos con “Taxi” en Cataluña y no fue bien, esa es la realidad. Creo que no se hizo una buena campaña de promoción porque no les interesa lo madrileño. Es como que le da un poco de yuyu a un gran sector. No a todo el mundo, ¿eh? Vino gente estupenda y se lo pasó fenomenal, pero hubo otros que no fueron porque pensaron que éramos una compañía de Madrid. Ellos se lo perdieron. Yo no tengo ningún problema con este país que para mí es España y me encanta. Con nadie. Si alguien tiene algún problema con el resto me da lástima porque ellos se van a quedar solos y nosotros seguiremos juntos».
Personal e intransferible
Josema Yuste nació en Madrid, en Chamberí, en el año 54. Está casado, tiene cuatro hijos y se siente orgulloso de ellos. Perdona, «pero a veces no olvido». Le hacen reír «las mismas cosas que a la gente en general. Soy un público normal y corriente, aunque es verdad que a veces en el teatro me río a destiempo, cuando el resto no lo hace». Y no llora mucho: «No soy fácil yo para llorar, me trago muchas lágrimas». A una isla desierta se llevaría «litros de gazpacho y ropa». Respecto a sus manías no soporta ver una puerta de un armario abierta «a ninguna hora del día» ni a la gente impuntual, «me revienta». Le gusta comer y beber «gazpacho, claro. Y también fruta». No tiene vicios: «No bebo alcohol, más que cerveza, no fumo y no consumo ningún tipo de mierda, que me parece el mayor error que puede cometer un ser humano». Y tampoco se le repiten los sueños, entre otras cosas, porque «me acuerdo de muy pocos». De mayor le gustaría «seguir siendo actor» y si volviera a nacer «sería lo mismo, sin duda».