Efemérides

El día que El Cordobés se tiró de espontáneo en Las Ventas

Antes de ser figura, admirado y millonario, Manuel Benítez pasó varios años de penurias y calamidades, llegando a tirarse como espontáneo en varias plazas, entre ellas, Las Ventas. Hoy hace 67 años de aquello

El día que El Cordobés se tiró de espontáneo en Las Ventas
El día que El Cordobés se tiró de espontáneo en Las Ventas Cedida

Ya antes, aquel maletilla que, hatillo al hombro y midiendo las carreteras a golpe de alpargata, buscaba el momento oportuno para darse a conocer, había saltado como espontáneo en algunas plazas, como las de Córdoba o Aranjuez. Y el domingo 28 de abril de 1957, en una tarde nublada, gris y desapacible, repitió la suerte y se lanzó al ruedo en una corrida que se celebraba en la plaza de toros de Las Ventas. Fue en el quinto de la tarde, recibiendo una gran paliza del toro y siendo arrestado a continuación.

Toreaban, con toros de Escudero Calvo, los actuales victorinos, nada menos, el mejicano Antonio del Olivar, al que se repetía tras su buena actuación del domingo anterior y que fue el que mejor estuvo también en esta corrida, Pablo Lozanoy Juan Antonio Romero, que confirmaba su alternativa. Cuando saltó la barrera, aquel maletilla que se hacía llamar El Renco -en honor a su padre, que había utilizado el mismo alias- perdió el equilibrio y cayó al suelo, recibiendo una tremenda paliza junto al burladero del tendido 6. Por fortuna no resultó herido y sólo salió con la ropa hecha trizas.

El Cordobés, detenido en Las Ventas
El Cordobés, detenido en Las VentasCedida

En la crónica publicada el martes 30 de abril en ABC se explicaba brevemente el suceso: “El quinto, con los dos cuernos astillados, se encontró de salida con un espontáneo, que al saltar al anillo tuvo la mala suerte de caer a sus pies como un ovillo. El toro le zarandeó a placer, le golpeó contra el burladero y le paseó prendido de la chaqueta; Por un milagro no tuvimos que lamentar una desgracia, porque el intrépido aficionado -que no tuyo ocasión ni de abrir su franela-, salió bien librado del trance y pasó a la enfermería por su pie. Olivar se limitó a cumplir con la capa y con la muleta lo trasteó brevemente, evitando las peligrosas coladas por la izquierda, para matar de una estocada y un descabello. Y en premio a la brevedad sonaron de nuevo palmas”.

No desesperó, aunque ocasiones tuvo para ello -hasta cuando decidió emigrar a Francia para trabajar como temporero en el campo fue rechazado...-, y tras hacerse llamar Palmeño, y ya con el sobrenombre que le haría famoso y rico, El Cordobés, el 15 de agosto de 1959 se puso por primera vez un traje de luces para torear en la plaza toledana de Talavera de la Reina, con Carlos Barroso y ante erales de Mariano García.

El Cordobés
El CordobésPaco DelgadoPaco Delgado

Casi justo un año después, el 27 de agosto de 1960, hizo su debut con caballos. Fue en su pueblo, en Palma del Río, lidiando novillos de Juan Pedro Domecq. Cuajó una buena tarde y salió a hombros de sus paisanos al cortar 4 orejas y un rabo. Su carrera hacia el éxito había encontrado, finalmente, el impulso necesario. Su perseverancia, el carisma que siempre tuvo, su extraordinaria inteligencia y su buena estrella, que pese a que tardó en dejarse ver estuvo ahí siempre, le sacaron finalmente adelante. También influyó una buena campaña publicitaria organizada por su entonces apoderado, Rafael Sánchez “El Pipo”.

De origen muy humilde, fue el último hijo de una familia en la que quedó muy pronto huérfano. Al poco tiempo de fallecer su madre también perdió a su padre, ingresado por tuberculosis en un hospital de Córdoba, donde residía desde que salió de la cárcel, puesto que había sido miliciano en el bando republicano durante la Guerra Civil española.

El Cordobés surgió de repente, y pese a su estilo poco, o nada, ortodoxo, satisfizo las expectativas de muchos españoles que vivían en aquella época con ansias de progreso y de mejora en una sociedad en pleno desarrollo. Llenó las plazas, arrastró masas y en poco tiempo se convirtió en el amo y señor del toreo, siendo el último torero que de verdad ha mandado en el negocio taurino.