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La Carmina Burana más rockera llega a Madrid

De la mano de La Fura dels Baus, la obra que compuso Carl Orff llega al Teatro Calderón hasta el 30 de junio con música y una frenética puesta en escena
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De la mano de La Fura dels Baus, la obra que compuso Carl Orff llega al Teatro Calderón hasta el 30 de junio con música y una frenética puesta en escena
En un contexto en el que el latín aún era la lengua principal en Italia y parte de Europa, estudiantes y clérigos con una vida errante y desordenada -en el sentido de que se iban de juerga, bebían y amaban- escribieron lo que hoy se conoce como Carmina Burana. Esta colección de cantos goliardos, de los siglos XII y XIII, son los que más tarde -entre 1935 y 1936- recuperó Carl Orff para dar vida a la cantata que hoy llega al Teatro Calderón de Madrid, de la mano de la innovadora excentricidad que define a La Fura dels Baus. Una obra conocida, muy representada anteriormente, "pero pocas veces representada escénicamente", apunta Antonio Torres, quien ha cantado otras versiones sinfónicas de esta obra por todo el mundo pero sin la parte escénica, novedad de esta ocasión. El barítono explica, desde su experiencia -comenzó con las funciones de esta obra el pasado octubre-, que "cuando empiezan los ensayos todo cambia, porque, aunque se respeta cada nota de la música, hay que hacerla tal cual, sumándole la dramaturgia y una actuación corporal muy importante".
Puede que la de La Fura sea, para Torres, la versión "más rockera"que se ha hecho de lo que compuso Carl Orff, a cuyo trabajo se ha añadido una flauta y un contrabajo. "Al público que le guste esa música -se refiere a una más potente y tirando al rock-, van a disfrutar al ver que lo que decían los goliardos en sus textos se representa de una manera muy fiel". De hecho, esta obra ha ido almacenando un gran éxito por todo el mundo: ha viajado por tres continentes y acogido a más de 120.000 espectadores. ¿Se superará este logro en Madrid? "Más es muy complicado", confiesa, aunque añade que "siempre nos quejamos de eso, pero la realidad es que la gente tiene ganas de ver espectáculos de calidad".
Hasta el 30 de junio, el Teatro Calderón abrirá sus puertas a una propuesta trepidante que llenará todos los huecos de la sala. Y no en cuanto a las butacas, sino al teatro en general :"Abarcamos todo el espacio que hay, estamos arriba, abajo, fuera del escenario, donde sea", explica Torres. Además, en el centro del escenario habrá un cilindro que, literalmente, envuelve a toda la orquesta. "Una imagen muy potente, porque el cilindro es movible, sube, baja y se proyectan imágenes -de la obra de Orff- en él", añade el barítono.
En el elenco, además del barítono, estarán como sopranos Amparo Navarro y Beatriz Díaz, cuyo papel, apunta Torres "es tan exigente como el del barítono", pues "todos los colores de la voz, los falsetes y agudos"tendrán que combinarlo con la continua acción y movimiento que exige la puesta en escena. Todos, tanto intérpretes como orquesta, darán vida a lo que algunos han vinculado con una obra eclesiástica, lo cual Torres niega. "Es un canto profano, no tiene nada que ver con la iglesia salvo porque los que crearon la letra fueran clérigos y su timbre suene eclesiástico". Sin embargo, de eso va Carmina Burana: de aquellos que, pese a sus propias circunstancias, hacían crítica a la sociedad que les tocó vivir.

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