La Fura dels Baus no quiere lazos amarillos
Álex Ollé, miembro del grupo, lamenta el incidente independentista, que considera «desafortunado y fuera de lugar», en el estreno de «Fausto» en el Real
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Álex Ollé, miembro del grupo, lamenta el incidente independentista, que considera «desafortunado y fuera de lugar», en el estreno de «Fausto» en el Real.
Al final de «Fausto», de Gounod, el telón no cae, no baja. Simplemente las luces se apagan y es cuando los aplausos arrecian. O no. En la ópera que inauguró el miércoles la temporada 2018-2019 del Teatro Real se dejaron sentir de manera insistente al término. El coliseo vestía de largo este arranque y volvía a contar en el palco real con Don Felipe y Doña Letizia. Los cantantes fueron aplaudidos, Piotr Beczala, Luca Pisaroni, Marina Rebeka..., después el coro, con un pletórico Andrés Máspero al frente, que se crece en cada obra, el director de orquesta, Dan Ettinger... Quedaban por acceder al escenario los responsables de la dirección escénica, léase, la Fura dels Baus, con Álex Ollé al frente. Y subió a escena y al tiempo que recibía los aplausos y también se le contestaba su puesta en escena se escucharon abucheos que fueron subiendo de tono. Quienes estaban en los palcos, por ejemplo, no se percataron de lo que allí pasaba. Escuchaban protestas, pero sin saber el por qué. Dos colaboradores del montaje, Alfons Flores y Lluc Castells, habían salido a saludar con lazos amarillos en la solapa. La delicada situación que atraviesa Cataluña hizo que el episodio quedara como injusto colofón de una noche de ópera a lo grande. «¡Fuera, fuera!», se oyó desde el patio de butacas a la imagen de apoyo independentista. Quienes estuvieron ayer en el Real aseguran que el disgusto y la indignación de Àlex Ollé eran palpables. De ahí que decidiera ayer enviar una carta en la que ponía de manifiesto lo desafortunado del suceso:
«Lamento profundamente lo sucedido esta noche [por el miércoles]. Estoy desolado, ya que considero que los hechos han sido totalmente desafortunados y fuera de lugar. En mi opinión no se deben de mezclar los posicionamientos políticos personales con el ámbito profesional.
Me gustaría que, por favor, transmitieras a todo el teatro y en particular al señor Gregorio Marañón, y a las autoridades presentes durante el estreno, mis más sinceras disculpas.
También me gustaría hacer hincapié en el hecho de que dicho suceso no tiene nada que ver con la compañía La Fura dels Baus a la cual yo represento. Se trata de dos colaboradores que no forman parte de dicha compañía, por lo que me gustaría que no se vincularan los hechos ocurridos esta noche con el nombre de la Fura dels Baus.
Como siempre ha sido un honor y un placer trabajar en este teatro, del cual no me canso de decir, que es uno de los mejores del mundo, donde un director de escena puede trabajar.
Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento por la oportunidad de presentar nuestra versión del «Fausto» de Gounod en este inicio de temporada. Espero que pese a lo ocurrido, el público pueda recordar la obra por sí misma y no por los hechos acontecidos durante el saludo final. Y sobre todo quisiera agradecer el esfuerzo, dedicación y profesionalidad de todo el personal del teatro en la creación de esta obra.
Mi más sincero agradecimiento y un afectuoso saludo», y la firma a renglón seguido de Ollé. Por su parte, el Real hizo constar su disgusto por el incidente en una nota que precedía la misiva del director de escena: «El Teatro Real lamenta profundamente lo sucedido al término del estreno de la temporada y quiere poner de manifiesto que la cultura es un patrimonio de todos y, por lo tanto, debe estar libre de cualquier instrumentalización partidista».
La relación del coliseo con la Fura se remonta a años atrás. Uno de sus montajes más emblemáticos fue el concebido para la inauguración de la temporada 2010-2011, «Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny», con un recién llegado Gérard Mortier al Real y el maestro Pablo Heras-Casado en el foso. La temporada 2016-2017 presentaron «El holandés errante», con el mismo titular en el foso.
Desde el propio coliseo se preguntan si este incidente podrá repercutir de alguna manera en las funciones de la ópera de Gounod. Con el estreno en Madrid de «Carmen», con puesta en escena de Calixto Bieito hace un año, se vivió una situación en un punto coincidente, al poner en solfa la bandera de España, aunque no repercutió en las representaciones posteriores, «a pesar de las agitación, sobre todo en redes sociales», aseguran desde el coliseo. Ahora puede suceder algo similar. «Es una pena que una puesta en escena tan monumental quede reducida a esto», añaden.