La noche en la que el premio fue para VOX
Cobeaga le respondió que «no escribimos un guión sobre Blas de Lezo porque no nos da la puta gana», y Almodóvar negó a Vox «la existencia».
Fueron muchos los que aprovecharon la alfombra roja para cargar contra la formación de Santiago Abascal quien, desde las redes sociales, arremetió contra «la mafia del cine español».
Apaciaguada, aparentemente, la larga guerra del cine con el PP, que llegó a su culmen en el «No a la guerra» de hace una década, el sector ha encontrado en esta edición de los Goya una nueva bestia negra: VOX. Hace una semana, cuando se supo que el partido no sería invitado a la gala, éste reaccionó ironizando sobre la desafección del público: «Queríamos recomendarles que hicieran alguna película sobre la gloriosa historia de España, Blas de Lezo, por ejemplo... porque los españoles volverían al cine y ellos dejarían de pedir subvenciones». Las hostilidades estallaron ayer en la alfombra roja. El guionista Borja Cobeaga aseguró que no le daba «la puta gana» de hacer un guión sobre este personaje histórico que para VOX es un héroe nacional: «Si Vox quiere que hagamos una historia sobre un conquistador demediado pues que la hagan ellos».
La «mafia» del cine
Santiago Abascal, secretario general de la formación, aseguraba antes de ello en un acto en Toledo que «no vamos a ir a los Goya y no queremos ni que nos inviten. Estamos hartos de que hablen mal de nuestra patria y no vamos a ir a ningún sitio donde se insulte lo que siente y en lo que cree la España viva». Asimismo, habló del cine español como «una mafia». Palabras que no han sentado bien en el gremio. El director Pedro Almodóvar optó por «negar la existencia» del partido: «Sobre ese partido he decidido no hablar ni nombrarlo y me gustaría que hiciérais lo mismo». Leticia Dolera, que los acusó de diseminar un «discurso de odio», y Rodrigo Sorogoyen fueron algunos de los representantes del mundo del cine que alzaron la voz contra el partido en la gala. El director Martín Cuenca se refirió también a la posible película sobre el marino y sdejó en el aire dos preguntas: quién pagaría la película y si dejarían mostrar los claroscuros de la historia del personaje. Se unió al debate el realizador Alberto Rodríguez: «Tiene una parte de medio hombre... Él sufrió una barbaridad y terminó retirado en un agujero. El estado español le olvidó», dijo. También lo hizo Arantxa Echevarría cuando recibió el Goya a Mejor Dirección Novel por «Carmen y Lola», filme que narra el amor entre dos adolescentes gitanas, con un discurso en que aludió a la formación sin nombrarla. Ya lo había advertido, que si subía al escenario no se iba a callar.
Si querían hacerlo pasar desapercibido, no lo han logrado. Vox estuvo en boca de todos en una noche que fue menos política que en otras ocasiones. Apenas unas bromas de los presentadores, Andreu Buenafuente y Silvia Abril, sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su ausencia en los Goya a pesar de tener a su disposición «un avión», el polémico Falcon, y una más arriesgada chanza sobre el dirigente de Podemos, Pablo Echenique, «que se mueve en travelling», fueron los guiños a la situación política. Del PP, enemigo público número 1 del cine hasta ayer, no se oyó prácticamente ni una palabra. El gremio tiene un nuevo frente más a la derecha de los populares. En esta ocasión, la no invitación de VOX se ha justificado por no estar representados en el Congreso. ¿Qué pasará si lo logra tras las elecciones generales?