La pregunta que nadie me hizo

Ha sido una enorme alegría saber que el Nacional de Moda de este año ha sido para David, aunque no he podido hablar con él, y me apena. Recuerdo cuando trabajamos juntos en la galería hace ya bastantes años. El nuestro fue un encuentro por azar. Cuando se armó tanto alboroto en el desfile en el que sacó a una modelo con la cara cubierta y una soga al cuello yo dije que no me parecía justo que se cebaran con aquel chico, que la moda es una constante reinvención y que había que dar una oportunidad a alguien que demostraba así su creatividad. Él lo leyó y me llamó para darme las gracias. Hablamos de la importancia de la moda como arte, de Beauys y de otros creadores. A mi me resulta esencial desde el punto de vista social: es nuestra carta de presentación. Ha pasado mucho tiempo, todo era distinto, pero él ya demostraba talento. Un día me dijo que si me podía hacer una pregunta. Y fue directo: «¿Por qué no montamos un desfile en tu galería?». «¿Lo harías?», le pregunté. Y nos pusimos manos a la obra. Colocamos una pasarela y fue un éxito enorme. Se habló muchísimo y quedó estupendamente. El espacio se abrió a todos. Jamás nadie me había hecho aquella pregunta ni propuesto una aventura similar. David venía del mundo del arte, dibujaba y pintaba, y tengo que decir que no lo hacía nada mal. Le gustaba acudir a ver exposiciones, se interesaba por este mundo y puedo asegurar que algunos de sus diseños son verdaderas piezas artísticas.