Así habló Carlos Fuentes

La publicación de una novela póstuma de Carlos Fuentes (Panamá, 1928-México, 2012) renueva su presencia como narrador original y multiforme capaz de experimentar hasta el final con las posibilidades temáticas de la fabulación. «Federico en su balcón» se construye sobre el diálogo que mantienen Dante Loredano, trasunto del autor, y el mismísimo Nietzsche en una conversación que va desde lo metafísico a lo intrascendente con un marcado tono irónico y un logrado ritmo coloquial. Se trata de una novela analógica sobre el abuso del poder político y personal, la violencia de nuestro presente, la crisis de las ideologías y en contrapartida la fuerza de los ideales. Toda una suerte de atrabiliarios personajes, como los revolucionarios hermanos Dante y Leonardo, el travestido Dorian Dolor o la niña Elisa, asesina de sus padres adoptivos, jalonan una acción simbólica al servicio de una teorización sobre nuestra cercana actualidad. Sin caer en lo ensayístico o discursivo, esta historia propone una especie de cuento cruel y tierno a la vez sobre las más arraigadas contradicciones humanas: la esclavitud del amor, el fracaso del éxito o el dolor de la felicidad. Combinando subtramas, metafóricas anécdotas y desconcertantes desenlaces, Fuentes guía al lector por una meditación filosófica de cierto carácter testamentario, con el tono de un balance vital de escéptica sabiduría y hondo humanismo.

En esta fábula moral de claros significados clásicos y liberales, la ficción narrativa se reinventa en un «así hablaba Nietzsche» intencionadamente moderno y críticamente demoledor; todo un alegato en favor de la libertad del pensamiento y la tolerancia con las opiniones discrepantes.