Entre dioses
En la literatura japonesa hay vida más allá de los (dos) Murakami o Yoshimoto... Tinta contemporánea que procurar escorar a Kabawata, Mishima o So-seki, pero sin perder su exquisita herencia. Incluso se atreven a abordar un thriller exquisitamente oscuro al reinventar sus mitos fundacionales. El de Izanami e Izanaki, en este caso: rivalidad entre hermanos, amor feroz, agridulce venganza. Sin dejar de lado la posición subyugada de las mujeres en la sociedad. Estas «Crónicas de una diosa» nos acercan a las ancestrales relaciones entre hombres y dioses caprichosos, así como el respeto a las tradiciones niponas. Dos hermanas han nacido en la familia de una gran sacerdotisa. Kamikuu, la mayor, es una belleza, mientras que Namima es una testaruda que vive bajo su sombra. En su sexto cumpleaños, la mayor es presentada como el próximo «oráculo». Namima, en cambio, deberá servir a la diosa de la oscuridad. Sobre estos mimbres se establece el periplo de ambas en esta fábula-alegoría-suspense, que nos guía hasta las profundidades del inframundo, aunque la búsqueda de venganza nos lleve de nuevo a la isla donde nacieron. Escritura abrupta que sabe abrir una brecha entre sexos, mayor aún que entre los seres humanos y las deidades. Inquietante, atemporal y llena de rabia contenida, como sólo los autores nipones saben tricotar.