La mujer callada y salvaje
Ciento cincuenta nuevas páginas de una autora que me atrevería a considerar clásica son siempre bienvenidas. Leemos «La mirada de los Mahuad» impacientes, ávidos de la valentía marca de la casa y de Vias Mahou: elegancia en su destreza narrativa, inteligente y sutil, y en su verbo, limpio y supervitaminado que genera una melodía misteriosa e introspectiva, en la senda de los autores centroeuropeos que más le interesan y a los que ha traducido: Zweig, Arthur Schnitzler, Joseph Roth, Goethe...
La identidad, la infancia, los primeros deseos y la relación entre cultura y naturaleza salvaje que conviven en nosotros son algunos de los temas en los que indaga Berta Vias Mahou en este libro compuesto por seis relatos con un hilo narrativo común que conforman un todo salpicado de un hondo lirismo que evidencia un oído absoluto para la evocación. Capítulos que recorren algunos de los momentos vitales de su protagonista, Elba y de su entorno: su familia y Jan, su amor de la infancia. El lector asistirá al proceso de crecimiento de la protagonista, un personaje callado y salvaje instalado en la otredad: desde su infancia en una ciudad-balneario alemana hasta los veranos en un pueblo español, pasando por los rezos en un pasillo de hospital o la experiencia de Jan en el ejército, sin olvidar la compleja relación con su madre. Un reencuentro imaginario que es un verdadero órdago que pone a prueba la fe del lector.
Una voz sin amo que logra redondear un párrafo impecable. Una narrativa que se empeña en escribirse lentamente, morosa en el manejo de las arcillas que modelan tanto sus personajes como sus situaciones hasta hacernos sabedores de la hermosa mediocridad de lo que somos. Estamos ante un texto narrativo de alto voltaje literario escrito al margen de corrientes, con fuertes dosis de honestidad, lucidez y arrojo. Literatura con pretensión de escribirse desde la nitidez, el rigor lingüístico y el estremecimiento literario.