Plensa guarda su obra en «Ana», una escultura que contiene su libro de arte
El reconocido arquitecto presentó “58”, una selección gráfica de su obra y estudio editado por Artika
Rocío Linares.- El arquitecto Jaume Plensa, conocido como “poeta de la escultura”, ha presentado su última creación que aúna la plástica, la poesía y el mundo editorial bajo el título “58”.
El arquitecto Jaume Plensa, conocido como “poeta de la escultura”, ha presentado su última creación que aúna la plástica, la poesía y el mundo editorial bajo el título “58”. Se trata de una obra editada por Artika, y que contiene un libro de arte, un libro de estudio y un estuche escultura que invitan a reflexionar sobre la “belleza interior”, uno de los leitmotiv del trabajo de este artista catalán, Premio Velázquez de Artes Plásticas 2013.
“El libro está formado por sueños”, dijo Jaume Plensa durante la presentación de esta obra, que pesa unos 14 kilos y está disponible en una edición limitada. “58”, título que hace referencia a la edad del artista cuando comenzó a trabajar en esta obra, recoge gráficamente la última década del trabajo escultórica del catalán, especialmente centrada en el cuarto humano.
Plensa comentó que su papel en el libro de arte ha sido el de “mago seleccionador” de las fotografías y textos —fragmentos y citas de poetas que le han inspirado en su carrera—. El artista añadió que fue un trabajo arduo: “porque para mí toda mi obra es fantástica”. Por otra parte, el libro de estudio, que ayuda a comprender la figura de Plensa y su obra, está escrito por Rafael Argullol, profesor de Estética y Teoría de las Artes además de filósofo admirado por el escultor. “Es un texto extraordinario que responde a las grandes preguntas de todas las generaciones”, dijo el también premio Nacional de las Artes Plásticas.
Además del recorrido por la última etapa del trabajo de este reconocido escultor contemporáneo, tanto en el panorama nacional como internacional, “58” es una obra de arte en sí misma, con un estuche, creado ex profeso para la ocasión, que representa el rostro sereno e ingenuo de una Ana, niña con los ojos cerrados. Las dos piezas que envuelven los libros y que completan la cara “crean un juego con la persona” explicó Plensa. “Hace a la vez de botella que contiene un mensaje, que el comprador ha de descubrir”. No muchos tendrán la oportunidad a su alcance, pues sólo se han editado 998 ejemplares en numeración árabe y 200 en numeración romana, todos firmados por el propio artista.