Literatura

Francia

Preciosa foto

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Hay libros especiales para los amantes de los libros, que son como fotos preciosas de una amada para su amante. Así es éste, aparentemente autobiográfico, de la novelista francesa Agnês Desarthe. De padres judíos procedentes de El Líbano y Rusia (un dato del que hablará abundantemente la autora y que es uno de los pilares fundamentales del texto) y que trata no sólo de su inicial resistencia a leer, sino de su posterior conversión en amor a la lectura y a la traducción. Pero atención, Desarthe aprovecha al contar sus conflictos iniciales con la lectura como invasión de la mente para hacer un repaso a muchos temas, como son la educación en Francia, la sensación de exiliada de la condición de mujer y de ella por sus orígenes y para hacer iluminadas metáforas: al leer a Faulkner descubre «un mundo en caída libre, como Alicia al arrojarse de cabeza a la madriguera del conejo». Desarthe nos asegura, frente a los teóricos del enfrentamiento de realidad y ficción, que ésta «prepara el acceso a la realidad, de que su papel no es imitarla, sino precederla, ser su vanguardia». Magdalena, no; guijarro, entiende que es la literatura, y así nos va describiendo su relación con ella desde su niñez a su madurez como traductora y escritora. Nos muestra su revolución para conseguir «amar» a la ficción, más como una pasión arrebatadora que como simple adoración al gran escritor. Quizá porque para la autora escribir y leer es vivir.