El feminismo se saca las Espinas
Este sello editorial tiene su objetivo claro: rescatar y reivindicar a las escritoras absurdamente olvidada
Madrid Creada:
Última actualización:
El mundo editorial está más vivo que nunca. La cultura resiste, florece aún con espinas clavadas y de forma proporcional a la cantidad de obstáculos y, sobre todo, es necesaria. La literatura funciona como salvavidas, y eso se comprueba en el crecimiento anual de lectores, así como en el sinfín de posibilidades y novedades que ofrece el sector. En este sentido, existe una editorial que vela por exprimir un ámbito literario que es desconocido, pero no por ser menor su valía, sino por haber sido silenciado u opacado: el de las mujeres escritoras. Existen un sinfín de nombres desconocidos que revelan en sus escritos una calidad equiparable a los grandes de la historia literaria, y que si bien no se han valorado como merecen, funcionan como paraísos narrativos. Pero no hay distribución exitosa sin una editorial que apueste cada día por proyectar a estas mujeres, y en este sentido trabajan desde la Editorial Espinas.
El sello nació en 2021 «con el objetivo de visibilizar el trabajo de grandes escritoras que abordaron los temas más complejos de la sociedad, y fueron relegadas por un canon dominado por la pluma masculina», resume la editora Alicia de la Fuente. No hablamos, por tanto, de ningún «boom» actual de la literatura femenina, pues pensar en eso «es lo que pasa cuando borramos su pasado. Estuvieron siempre ahí, solo teníamos que encontrarlas». La intención de Espinas reside en dos aspectos: rescatar y reivindicar. Recuperar a esas autoras que se atrevieron a escribir pese a las dificultades, pues en sus épocas «no estaba bien visto que las mujeres hablasen de ciertos temas», apunta De la Fuente. Y es el caso, por ejemplo, de Mathilde Cherner, escritora salmantina cuya obra «María Magdalena» ha editado el sello.
De entre las obras publicadas, la editora resalta «el papel de la mujer escritora en la España del siglo XIX. Cherner escribió la primera novela que criticó abiertamente el rol mercantil de la prostitución, con alegatos que son impactantes por su actualidad. Se adelantó a Benito Pérez Galdós, atreviéndose a publicar un libro abiertamente abolicionista». Una figura sorprendente, rompedora, empoderada, pero que sin embargo resulta extraña y desconocida en nuestro país, al igual que la asturiana Eva Canel. De esta escritora y periodista, Espinas publica «Oremus», obra que contiene, apunta De la Fuente, «una crítica desgarradora a la moral, y que plantea incógnitas que no se diferencian demasiado de la admirada ‘‘La Regenta’’ de Clarín».
En Espinas todo comenzó con Ana Dostoievskaia, «opacada por el grandísimo apellido del escritor», apunta, «fue editora, albacea de la obra de Fiódor, y contiene unas memorias bellísimas que nos descubren a una mujer que es mucho más de lo que se piensa». Su vida apenas se conoce, al igual que la de Consuelo de Saint-Exupéry, quien «narró su vida junto al autor de ‘‘El Principito’’. No deja de sorprender que estos testimonios no hayan trascendido», dice De la Fuente.
No somos musas, somos artistas. «Leer autoras olvidadas es un acto de justicia», reivindican desde Espinas. Y por ello tampoco pierden de vista a las autoras de nuestros días: «Todas nuestras publicaciones incluyen prólogos de escritoras de hoy, con las que tratamos de establecer una sinergia entre el pasado y el presente. Hemos contado ya con voces como Pilar Pedraza y Mabel Lozano, y el sello se mantiene porque, afortunadamente, tenemos ya un nutrido grupo de lectores que entienden que rescatar esta memoria literaria es una labor fundamental», concluye.