Del Pozo, a la conquista de Nueva York
Josep Font desfila por primera vez en Manhattan haciendo exquisitez de su juego con el volumen y los tejidos
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Desde el ventanal, el río Hudson. Piso 14. El sol manda. Nemo se achanta en Manhattan. Y Font se crece. Desembarco sin timidez. Del Pozo desfiló ayer por primera vez en Nueva York. Con vocación de permanencia. No de ida y vuelta. A su director creativo le avala la exquisitez que lleva en vena, esa creatividad sobria con la que ha decidido mirar al invierno de 2014.
Si fuera la nieve pierde su encanto al mezclarse con el gris del asfalto, en el Canoe Studio –sede del desfile–, Font devuelve a los asistentes a lo onírico, con esa arquitectura orgánica que genera a través de la manga japonesa o con las rosas modeladas en un mono de tejido escocés que bailaba entre amarillo, marino y rojo. Pero, sobre todo, con un volumen, cenefa rígida en la cintura– que no incómodo–. Módulos con cilindros depurados que hacen de cada falda o vestido un trabajo de modelaje propio de esa «haute couture» en la que se ha posicionado la firma que fundó Jesús del Pozo. La exclusividad. No puede ser de otra manera para sobrevivir al «low cost». «Quiero mostrar, como ya hice en Madrid, algo especial, una colección minoritaria en lo que a producción se refiere, pero que lo que vendamos, respire calidad», relata Font. Dicho y hecho.
Mirada atrás sin estancarse
Este valor añadido se lo otorgan la delicadeza con la que hilvana el tul, el toque chic de los zapatos con flores de resina, o los bordados que iluminan unos tejidos que buscan huir de lo establecido. Así, en ocasiones, la lana se queda tan limpia que a primera vista podría confundirse con neopreno. En otra, el material de base se muestra con sofisticación como en el caso del otomán. Para estrenarlo ya, el abrigo de «mohair» en rojo, que invita a pensar en ese París que Font conquistará. Quizá la mancha de color más luminosa, junto con los estampados florales y los toques de flúor que revitalizan los fucsias, arcillas y burdeos que dominan en la colección y que siguen respirando algo de ese Jesús del Pozo que abrió camino, como en alguna de las siluetas de los vestidos largos. Mirada atrás, pero sin quedarse atrapado. De hecho, hoy mismo vuela a París para ir a la caza de los tejidos para la próxima colección de DelPozo en una de las ferias de referencia en el sector.
«Se cumple justo un año desde que entré por la puerta del taller en la Puerta de Toledo. Han pasado mil cosas. Abrimos tienda en quince días, desfilamos en Nueva York por primera vez, estoy a fondo con el nuevo perfume... El esfuerzo del equipo pasa por afianzar el mercado internacional. Ése es el reto inicial y por eso estamos aquí», relata Font a LA RAZÓN, mientras saluda a Chelsea –barrio del desfile– con la tranquilidad de saber que la colección ya la han visto los compradores americanos. Y gusta. No es para menos.
«Hay energía y sensibilidad europeas»
«Estoy realmente emocionada. Se trata de una colección muy enérgica y sólida en la que se se percibe la sensibilidad europea de Josep Font»", asegura a LA RAZÓN Lauren SantoDomingo, directora creativa de Moda Operandi, plataforma de referencia en venta de moda de lujo que ha apostado por DelPozo entre sus clientes, como también lo ha hecho Net-a-Porter. Junto a ella, también estuvieron en el desfile Candy Matts Price, directora de Vogue.com, la modelo Sheila Márquez, Olivia Palermo y Diego Osorio, al que se veía algo perdido en el mundo «fashionista» tras sus gafas de sol.