El Gobierno de Murcia asegura que el Festival Sos sigue adelante

La empresa Legal Music había anunciado la cancelación de la edición de 2017 por desavenencias con el Gobierno regional

Después de varias semanas de incertidumbre y de una decena de reuniones infructuosas, la compañía organizadora del Festival Sos 4.8 de Murcia anunciaba la cancelación de la edición del próximo año del evento, debido a las discrepancias con la Consejería de Cultura autonómica, según anunciaban “pese a los esfuerzos por clarificar la relación con la administración regional”. Sin embargo, horas más tarde, el Gobierno anunciaba que el Sos del próximo año se celebrará y destacaban que la Consejería de Cultura es dueña de la marca y por tanto “está totalmente legitimada para contratar a otras empresas y continuar celebrando en sucesivos años el festival”.

Desde la Comunidad, según hicieron público en una nota de prensa, “se ofrecen para la celebración del festival del próximo año las mismas condiciones que se acordaron para 2016. Las condiciones durante todos los años han sido pactadas bilateralmente con la empresa, como hacen todos los patrocinados”. En este sentido, la titular de Cultura, Noelia Arroyo, añadió que “la viabilidad económica y el pago a los proveedores dependen exclusivamente de la buena gestión realizada por los organizadores, que asumen las posibles pérdidas, de igual modo que se atribuyen las ganancias que la actividad pudiera generar”.

Arroyo recordó que en todo momento se ha mantenido abierta una línea de diálogo con la empresa, con la que han mantenido en el último año “más de una decena de reuniones” con la empresa LegalMusic. “La marca es un activo propiedad de la Comunidad y, por tanto, de todos los murcianos y, por ello, las condiciones de la cesión de dicha marca deben ser acordes con la diligente gestión del patrimonio autonómico”, reiteró Arroyo.

El festival estaba previsto que se celebre entre el 28 y el 30 de abril de 2017, siendpo una de los primeros eventos del año. La compañía Legal

Music, encargada de celebrarlo desde la primera edición, señalaba que la cancelación era “la única decisión posible y responsable en estos momentos, teniendo en cuenta la actitud que mantiene la Consejería de Cultura de la CARM es acordar la suspensión para clarificar la situación con la Administración Pública y evitar que este difícil momento pudiese estallar en fechas más cercanas al Festival”. Horas después, el Gobierno murciano negaba este extremo y hacía públicos los problemas financieros de la empresa, en un “proceso de pre concurso de acreedores” y denunciaba la deuda que mantiene con los proveedores del festival.