El Primavera Sound somos nosotras

Hace no muchos años, el festival estaba copado por hombres; este año las mujeres (Rosalía, Erykah Badu, Miley Cyrus, Janelle Monáe) dominan el cartel, que mantiene clásicos como Interpol o Tame Impala.

Vuelve el Primavera Sound y está irreconocible. Porque cambian los tiempos y a veces lo hacen de un año para otro. Aunque en 2018 el festival ya apostó por mujeres como Björk, Jane Birkin, Charlotte Gainsbourg o Haim, la presencia femenina en esta edición es abrumadora por cantidad, calidad y diversidad: Erykah Badu, Christine & The Queens, Courtney Barnett, FKA Twigs, Miley Cyrus, Janelle Monáe, Kate Tempest, Robyn, Rosalía y Solange son solo algunos de los nombres principales de 2019, que presenta más de un 50 por ciento de artistas mujeres. Irónicamente, el evento elige para su revolución el lema de «The New Normal». El Primavera presume de punto y aparte en su historia con un giro copernicano de estilos y generaciones. Que nadie se espante del todo, porque repiten tótems de «ADN Primavera» como Tame Impala o Interpol, pero ahí está J Balvin para poner cara al nuevo panorama: menos etiquetas. Bueno, y no sería el festival que es si no estuviera, año tras año, Shellac. Aquí van algunas propuestas imprescindibles entre las más de 250 actuaciones entre gratuitas y de pago que apadrina el evento.

Si hablamos de cambio, vamos a hacerlo empezando fuerte. Hannah Montana sustituye a Cardi B, que tampoco era genealógicamebnte primavera, y lo hace en primicia mundial. La que fuera «countrygirl» y después «popstar» ha colaborado con The Flaming Lips y ha reventado las listas de éxitos. Publica disco un día antes de su actuación en el festival. ¿Alguien en la sala que le parezca un mojón? A ella le trae sin cuidado. Ojo, que en su grupo de aspirante a diosa «mainstream» debe estar Carly Rae Jepsen, que acaba de publicar «Dedicated» (ver crítica al margen) y va a arrasar.

Segundo bombazo aunque, bien pensado, no lo es tanto. Para algunos, su disco «Vibras» es la piedra angular de un reguetón digno, algo así como el Kanye West latino, como parte del abecedario de la lengua franca del nuevo «mainstream». Si el mundo entero lo baila, será que ha llegado la hora de «perrear» en Barcelona. No está solo, junto a él llegan Ivy Queen, DJ Playero y el panameño (pese al nombre) Japanese. Por cierto, que Balvin colaboró con la siguiente de la lista...

«Con altura» se llama el tema que grabaron juntos, y la catalana llega como la estrella indiscutible y la más internacional y renovadora de la escena española. Poco más que decir de la reina del «trá trá». Ah, sí, que ha colaborado en el último disco de...

El británico y su laconismo en persona se transforma en puro torrente emocional en el escenario. Su concierto no hará romper caderas, pero hay momentos para todo.

Ha publicado «Dirty Computer», un discazo con negrura en los ritmos y la blancura electrónica de Kraftwerk, lo que la emparenta con otra estrella enamorada de una máquina: Robyn. En el club del futuro del R&B debería estar por méritos propios Solange.

Ya que estamos con el futuro... esa es la única patria de Tahliah Debrett Barnett, exiliada terrícola en Venus, no muy lejos de la residencia de Christine & The Queens.

El rapero, es esencia americana, pero perfecta: «Daytona» son 25 minutos de maestría hip hop clásica. Desde Atlanta, capital del «trap», está Future y devolviendo el discurso con perfecto acento británico regresa Kate Tempest, a punto de publicar nuevo trabajo y el padre de todos nosotros, Nas, autor de «Illmatic». Además, Yung Beef es el comisario de un escenario dedicado por completo al rap.

En este urgente repaso al ingente cartel hay que hacer un hueco para esos clásicos como los australianos aunque francamente resulten menos estimulantes que la batidora de la que acabamos de hablar. Pero están Suede, Interpol, Primal Scream, Kurt Vile y muchas sorpresas por desvelar.