Armenteros, adiós a la música de la Transición

Fallece el compositor icono del pop y la canción ligera, creador de himnos como «Cuéntame», «Como una ola» y «Libertad sin ira».

José Luis Armenteros falleció ayer a los 72 años en Madrid y con él se marchó una pieza angular del pop español, un pionero que dejó huella como músico y sobre todo como compositor. No en vano, a él se le atribuyen canciones tan populares como «Libertad sin ira», «Un beso y una flor», «Cuéntame» o «Como una ola». Éxitos que reflejaron su enorme versatilidad como autor.

Su carrera profesional comenzó a finales de los años cincuenta con la fundación del grupo Dick y Los Relámpagos, formado por cinco muchachos madrileños amantes de la música anglosajona y los sonidos de los pioneros del rock and roll y el pop. En poco tiempo, y por razones comerciales, el grupo se quedó en Los Relámpagos y alcanzaría su primer gran éxito con «Nit de Llampecs», toda una osadía al mezclar las estructuras de una sardana con los sonidos del pop.

Los Relámpagos depuraron su estilo coincidiendo con la época dorada de grupos instrumentales como The Shadows, The Tornados o Johnny & The Hurricanes. Pero en 1968, Armenteros y Pablo Herrero no le vieron más recorrido al asunto y decidieron abandonar la banda. Fue una decisión tan difícil como relevante, pues ambos se convertirían en dos de los autores de canciones más reclamados y exitosos durante décadas. Además, también presentarían sus servicios como arreglistas o productores. No pedían exclusividad con un artista, sino que competían sin problemas con otros escritores de canciones como Augusto Algueró, Juan Carlos Calderón o Manuel Alejandro.

Gente como Fórmula V, Nino Bravo, Rocío Jurado, Jarcha, Francisco, Juan Bau o José Luis Rodríguez «El Puma» reclamaron sus servicios y siempre encontraron una canción de éxito para ellos. La variedad de artistas resalta la versatilidad de su escritura de canciones. Un buen ejemplo fue la composición «Libertad sin ira», el gran éxito del grupo Jarcha en 1976. El subversivo contenido de su texto, vinculado a los movimientos progresistas de la época, incluso provocó la intervención de la tardía censura. Pero fue todo un número uno durante cinco semanas y el himno de la Transición política española.

Es casi interminable la lista de canciones inmortales para la música popular española que llevó la firma de Armenteros, solo en compañía: «Cuéntame». «Eva María», «La fiesta de Blas», «Cenicienta», «Tengo tu amor», «Libre», «América», «Un beso y una flor», Como una ola», «Latino», «La estrella de David»...

Armenteros logró dignificar el oficio de compositor en un país en el que, a diferencia de Estados Unidos, pocos se fijan en el autor de la canción y sí únicamente en el intérprete. Armenteros realizaba un perfecto estudio del artista a quien iba dirigido el encargo y le entregaba una partitura intachable. Ya fuera a Nino Bravo, a Fórmula V, a Rocío Jurado o a Jarcha.

A finales de los años 80, el volumen de trabajo comenzó a disminuir y Herrero se volcaría en su trabajo en la SGAE mientras Armenteros redescubriría el placer de tocar, como en los viejos tiempos de Los Relámpagos, junto a Trastos Viejos. Mientras, la compañía Rama Lama recuperaría las viejas grabaciones de Los Relámpagos para disfrutar de un reconocimiento tardío.

Sus canciones más conocidas

► “Un beso y una flor” (Nino Bravo)

► “Libre” (Nino Bravo)

► “América, América” (Nino Bravo)

► “La estrella de David” (Juan Bau)

► “Tengo tu amor” (Fórmula V)

► “Cenicienta” (Fórmula V)

► “Eva María” (Fórmula V)

► “La fiesta de Blas” (Fórmula V)

► “Libertad sin ira” (Jarcha)

► “Como una ola” (Rocío Jurado),

► “Latino” (Francisco)

► “Tierras lejanas” (Basilio)

► “Venezuela” (Balbino)

► “Atrévete” (José Luis Rodríguez), compuesta con Pedro Herrero

► “Cuéntame” (Fórmula V)