Natalia Lacunza: «Si eres una mujer con las ideas claras siempre se te va a cuestionar»
Con su nuevo EP, «Duro», muestra su lado artístico más libre, atrevido e introspectivo
Madrid Creada:
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Ante nosotros se despliega una Natalia Lacunza más atrevida, experimental, cañera. Con su disco «Tiene que ser para mí» (2022), la artista se abrió en canal ante un público que disfrutó de música visceral, movida, ambiciosa. Ahora, la pamplonesa ha lanzado «Duro», un EP con cinco canciones con las que sentencia fiesta y seguridad: «Es una Natalia menos juiciosa sobre sí misma, más libre», apunta, confesando que con este proyecto «aunque tiene su sentido narrativo, he hecho lo que me ha dado la gana». Una artista joven, comprometida y en efervescencia.
El EP tiene un sonido «Duro».
Es un pop electrónico, y con un poquito de influencia de géneros urbanos. Hay reguetón, dembow, house, afrobeat... Converjo entre muchas cosas.
Hay hasta un relincho.
Sí, efectivamente (ríe). Este EP se caracteriza por la fluidez que ha tenido, por ir sin pretensiones. Ir al estudio con una idea súper clara de lo que quieres es una garantía de que no va a funcionar. Es mejor escuchar lo que pide la canción en cada momento.
¿El instinto no conlleva caos?
Por mucho que cada idea salga de forma genuina, luego hay un trabajo de producción. Es importante que cada canción tenga su esencia, y luego hay un trabajo muy grande de hilar, de hacer que sean armoniosas. Lo más valioso que hay en tu música es que tenga el 100% de ti, de lo que tú quieres. Siento que muchas veces nos sentimos presionadas por las corrientes de música que más lo están reventando. Cada vez me doy más cuenta de que lo que más valor tiene es ser fiel a una misma. Tienes que enfrentarte a muchas cosas externas, y lo más importante de la música es que sea interna, que sea propia, que sea identitaria.
¿Cuáles son esas presiones externas?
La corriente mainstream hace mucho daño en la individualidad del artista. Todo lo que pasa a tu alrededor son cosas que te pueden hacer sentir pequeña y que pueden hacer que te plantees tu valía, como artista y como creadora, y es muy importante trabajar en esa individualidad, que es lo más valioso que tienes como artista.
¿Busca el éxito?
Pero, ¿qué es el éxito? Para mí ahora lo es ser feliz, el poder dedicarte a lo que te gusta, que haya personas que escuchen lo que haces. ¿Qué sentido tiene tener éxito si no estás siendo representada con lo que haces? Eso es el éxito, y si puedes vivir de ello increíble.
Con el último disco, decía que ganó al síndrome de la impostora, ¿ha vuelto a ocurrir?
Me pasa constantemente. Cuando trabajas con tu propia emoción estás muy subyugada a eso. Y hay días buenos y días malos. Trabajar el amor propio es un algo muy largo, y creo que me va a costar mucho tiempo. Siento que nosotras tenemos que deconstruir muchísimo lo que se espera de nosotras, las expectativas que hay, como te deberías comportar, cómo deberías ser... Estamos todo el rato peleando contra muchísimas suposiciones que se hacen sobre nosotras como mujeres y artistas en esta sociedad.
En la canción “Intro (duro)” canta que “no te quieres mirar al espejo”, que “te quieres esconder de tu reflejo”.
Trata de ese el impulso de esconderte cuando estás mal, cuando estás vulnerable. Es muy importante que hagamos ese ejercicio de mirarnos a nosotros mismos, de superar ese miedo y de ser un poco objetivos con lo que estamos viendo y, sobre todo, tratar bien también al reflejo. Las circunstancias no siempre son las ideales, pero es muy necesario hacerlo.
Si le pusiese un espejo delante ahora, ¿qué vería?
A una chavala que está dando lo mejor de sí misma. Soy una persona con el corazón muy abierto y muy sincera y me guío mucho por las emociones. Confío mucho en la gente genuinamente, soy un poco inocente. Me considero muy inteligente, pero también soy una persona muy vulnerable y muy sensible.
"En la música, lo peor que le puede pasar a un agresor es que le nominen a un Grammy"Natalia Lacunza
¿La vulnerabilidad es peligrosa?
Es una fortaleza. Abrazar la vulnerabilidad y trabajar con eso es súper Importante para crecer como persona e identificarte como lo que eres. No somos máquinas, sentimos cosas que nos hacen sentir pequeños o nos hacen sentir grandes. Si no conectas con esa vulnerabilidad no construyes una fortaleza realista.
¿Todo eso aumenta si eres una mujer joven en el mundo de la música?
Totalmente. Somos las que peor paradas salen de esto. Tenemos una dificultad más grande para reconocernos que los hombres. Si tú eres una mujer con las ideas claras, con su sufrimiento por delante, se te va a cuestionar todo el rato. Estamos expuestas a eso, y constantemente peleas por tu propia existencia, la justificas. Eso nos hace fuertes. Desde los 19 a los 24 años, que son los que tengo ahora, es el momento de despertar, de darte cuenta dónde se te ha posicionado, o dónde te has puesto a ti misma, y perdonarte por haberte hecho eso. Todo El Mundo es víctima de un sistema, son muchos procesos los que tenemos que pasar como mujeres en la industria y como mujeres en general. Tienes que seguir viviendo, no te puedes paralizar.
Existe un movimiento en redes sociales, el #seacabó en la música. ¿Qué opina?
Sinceramente, ni siquiera me he metido a leer las cosas. Estoy en un punto en el que me llevo tanto tiempo enfrentando a esta realidad que me quiero proteger. Es evidente que existe todo esto, y todo el rato lo ha sido, lo que pasa que hay un blanqueamiento de comportamientos y de atrocidades, de cosas súper injustas que ves con tu propios ojos o que vives con tu propio cuerpo, pero que luego no han caído. Hay un beneficio detrás de esta gente que debería estar en la cárcel y no lo está. Hay un sistema montado alrededor de la industria, de cada artista y cada proyecto, y a la gente no le interesa que se cancele a una persona. Está podrido desde dentro, literalmente. Yo muchas veces he estado en ese punto de hablar, de que todo el mundo sepa lo que me ha pasado, pero luego no hay ninguna consecuencia. La única vía real para que la haya es la legal y es muy complicado denunciar.
¿Hablar no es una vía?
Yo estoy denunciando a un agresor, pero la que se va a comer la consecuencia de esto voy a ser yo. Soy la víctima, la que está sufriendo esta movida y que está sobreviviendo. Es muy fuerte que ellos sigan tan tranquilos. Igual lo peor que le pueda pasar a un agresor es que le nominen a los Grammy. Es de locos, para llorar. Hablar no sirve para nada más que para justificarte y tener que revivir todo el rato tu experiencia. Luego no hay nada que te haga sentir mejor. Entonces llegas a un punto en el que lo único que puedes hacer por tu propia salud mental es callarte, protegerte.
El sonido electrónico y urbano que mencionaba cada vez se ve en más artistas jóvenes, como La Plazuela o Sen Senra, ¿qué momento vive esa música?
De repente, el barrio está en el top. Son sonidos que nacen de la gente, que tienen su razón de existir. Esa es música que yo consumo un montón, yo y mucha gente, y eso se refleja en la música que hacemos. Es como una cuestión de movimiento social y super generacional también. En los últimos años la música ha cambiado muchísimo, sobre todo porque ahora los artistas pueden desarrollarse en una vía alternativa a las discográficas o las radios. Y eso es bonito, porque la música no es de algunos, es de todos.
¿Le gusta la generación que le ha tocado vivir?
"Soy súper nostálgica, tengo un poco alma de vieja"Natalia Lacunza
¿Qué reto tiene ahora?
Saber parar. Empecé a hacer música hace 5 años y llevo 3 sin parar de tocar todo el rato. Llega un momento en el que no tengo energía. Es humanamente imposible. Muchas veces me pasa que antes de pararme yo tengo que pasarlo fatal. En lo que voy a trabajar es en el identificarlo un poco antes, para que no haga falta volverme loca. A partir de ahora voy a desaparecer un poco de los medios, necesito pasar tiempo conmigo misma y retener para volver a soltar.