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Así empezaron los juegos de naipes, el "vicio" español del siglo XVII

Desde el siglo XV se tiene constancia oficial de los juegos de cartas en España, una tradición que se remonta hasta 1392, año de impresión de la primera baraja en territorio español
«Jugadores de naipes», del s. XVII y de autoría desconocida, representa la tradición de las cartas
«Jugadores de naipes», del s. XVII y de autoría desconocida, representa la tradición de las cartasMUSEO DEL PRADOMUSEO DEL PRADO
La Razón
  • César Alcalá

    César Alcalá

Madrid Creada:

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En el episodio de la cueva de Montesinos de «Don Quijote de la Mancha» de Cervantes podemos leer :«La tercera, entender la antigüedad de los naipes, que, por lo menos, ya se usaban en tiempo del emperador Carlomagno, según puede colegirse de las palabras que vuesa merced dice que dijo Durandarte, cuando al cabo de aquel grande espacio que estuvo hablando con él Montesinos, él despertó diciendo: Paciencia y barajar. Y esta razón y modo de hablar no la pudo aprender encantado, sino cuando no lo estaba, en Francia y en tiempo del referido emperador Carlomagno».
Cervantes decía que «el vicio del juego se ha vuelto ejercicio común». En el siglo XVII, época de nuestro universal escritor, se llamaba al juego Ciencia de Vilhan. Popularmente se cree que Vilhan fue el que creó los naipes. ¿Quién era este personaje? Nadie. Fue un invento de varios escritores españoles, entre otros el propio Cervantes utilizó el nombre en la novela «Rinconente y cortadillo».
El pueblo, analfabeto en su mayor medida, creía que Vilhan era el diablo. Pensaban que al ser algo relacionado con el azar, hacer trampas y ganar de una manera sencilla y cómoda dinero, el diablo lo había inventado para enfadar a Dios. Sino no se explicaban el porque de aquel juego que a unos enriquecía y a otros los llevaba a la más absoluta miseria.
Las cartas o naipes fueron inventados por los chinos en el siglo XII. De manos de los Cruzados llegaron a Europa entre los siglos XIII y XIV. Algunos escritos afirman que la primera baraja de cartas se imprimió en España en el 1392. Los naipes, a lo largo de los años, se han prohibido en España, Italia, Francia, Suiza, Alemania y los Países Bajos.
El pliego xilográfico más antiguo conservado en España es la «baraja de Vich» del 1490. En ella podemos observar la base de lo que serán los elementos clave de la baraja española. Los juegos habituales en España eran: Cientos, para dos personas y gana el que consiga reunir primero cien puntos; Hombre o la Polla, una variante del actual Tresillo;Quínolas, consiste en conseguir tener en la mano cuatro cartas de un mismo palo. Si lo hacen dos al mismo tiempo, ganará la mano que tenga más puntos; Siete y llevar, antepasado de siete y medio actual; Andaboba o Carteta, consistente en sacar primero una carta para los puntos y otra para el banquero, ganando la primera que haga pareja con las que luego irán saliendo de la baraja; Cargada, en el que todos los participantes deben hacer una baza. Todo aquel que no la haga pierde y si todos la hacen perderá el que tenga más, ya que se ha «cargado» de bazas; Dobladilla, consistente en doblar la parada a cada suerte; Malilla, donde la carta superior es el nueve; Primera de Alemania., donde las cartas tienen otros valores que no son los suyos. Se reparten cuatro cartas a cada jugador y se gana todo con la suerte; y Rentoy, donde cada jugador recibe tres cartas y se vuelve otra como muestra de triunfo. El dos del palo gana a todas las demás, y el orden es: rey, caballo, sota, siete, seis, cinco, cuatro y tres. Se roba y se hacen bazas como en el tresillo, se envida y se permiten señas entre los compañeros. Antecesor del mus.
También se jugaba al repáralo, siete y llevar, las pintas, primera, quince, treinta, la flor, capadillo, tenderete, bazas, triunfo, reinado, báciga, cuco, mantacán, vueltos, las quínolas, el pasar, y la carteta o andaboda. Entre los juegos que no se apostaba dinero destacamos el ajedrez, las damas y el juego de la pelota, que era una especie de tenis, pues se jugaba con palas.
En lenguaje vulgar el garito donde se jugaba se llamaba coima, palomar, mandracho y leonera. A la baraja se la llamaba descuadernada, masclucas, los bueyes, el libro impreso con licencia de Su Majestad. A los dados se les llamaba los huesos de Juan Tarafe. Las monedas eran granos. Al escamotes: masecoral. A los hurtos: morder dinero o agarro. A engañar: engarruchar. A abrir el garito: abrir tienda o asentar conversación. A delatar un garito: bramo o soplo.
El juego era la distracción más popular de la España del siglo XVII. Así jugaban desde la nobleza a los pobres; desde los señores a los pícaros; hombres y mujeres. Muchos se arruinaron. Como ocurre hoy en día existían profesionales que convirtieron el juego en su trabajo diario.

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