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literatura

"Oposición": Sara Mesa, la burocracia continúa siendo kafkiana y surrealista ★★★★

La escritora regresa con una mirada crítica al mundo de la burocracia en una obra que saca a relucir su absurdo

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Sara Mesa se caracteriza por reflejar magistralmente el desencanto sentimental, los desajustes de la sociedad de consumo, la evocativa persistencia de la infancia, los motivos del deseo, el valor de la experiencia vital, la redención de la culpa, la tragedia del abandono y el poder liberador de la escritura. Buena prueba de ello son «Cicatriz», «Mala letra», «Un amor» y «La familia»; temas y argumentos ligados a conflictos cotidianos, un tenso suspense y vidas agitadas por azarosas vicisitudes. Referentes estos que se encuadran en un realismo psicológico e intimista de eficaz configuración literaria. 

En «Oposición», la protagonista, administrativa interina en un organismo estatal, pretende consolidar su situación profesional superando unas oposiciones que la confirmen en la carrera funcionarial. La oficina donde trabaja registra un absurdo caos organizativo de incierta dirección supervisora y desnortado cometido social; le resulta incompresible su lugar en ese entramado laboral: «Yo estaba perdidísima respecto a mis competencias. Perdidísima respecto a todo, en realidad. La ideas que me había figurado sobre el trabajo de oficina distaban mucho de lo que iba descubriendo cada día».

Misterio ambiental

Crece así un misterio ambiental en este paisaje de parpadeantes ordenadores, desolados pasillos, fría iluminación, desangelados despachos y gigantescas estanterías de archivadores que componen una inquietante atmósfera. Avanzando la acción, el conflicto estallará en forma de motín laboral que tiene mucho de desencanto existencial y absurdo colectivo, muy en la línea narrativa de Kafka, Samuel Beckett y Albert Camus. Entre un laberinto de emociones, complicidades o desencuentros con los compañeros, y el encaramiento con un espectral jefe de negociado, la protagonista irá preparando una oposición sobre cuya conveniencia ya duda muy seriamente. Una ocurrente anecdótica, un corrosivo humor y el tono paródico de dislocadas situaciones conforman esta incisiva diatriba contra la estéril e irracional burocracia. Buen ritmo, irónico tono crítico y una acertada ambientación argumental constituyen lo mejor de esta notable novela.

Lo mejor

La percepción del absurdo existencial que recorre toda la novela

Lo peor

Nada que decir negativo de esta obra que critica la inoperante burocracia