El fraude en la SGAE salpica a caco senante

La Audiencia Nacional procesa al cantante, a Teddy Bautista y a otros dos ex directivos de la SGAE por el presunto desvío de 50.354 euros

Tras la reciente absolución de Ramoncín, la Audiencia Nacional quiere sentar en el banquillo a otro cantante y ex directivo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por beneficiarse de supuestos pagos irregulares por parte de la entidad. El juez José de la Mata ha procesado a Juan Carlos «Caco» Senante, al ex presidente de la SGAE Teddy Bautista y a otros dos ex directivos, Ricardo Azcoaga y Enrique Gómez Piñeiro, por el supuesto desvío de 50.354 euros: 30.354 que se pagaron al cantante canario por «servicios de asesoramiento» entre octubre de 2010 y junio de 2011 (cuando era consejero de la SGAE) y otros 20.000 por la compra para la delegación de la SGAE en las islas de un timple (guitarra canaria) valorado en 3.270 euros. De estos últimos hechos estuvo al margen Gómez Piñeiro.

La Fiscalía Anticorrupción –que ahora dispone de diez días para solicitar a la Audiencia la apertura de juicio oral precisando las condenas que solicita para los procesados– imputa a los investigados los delitos de falsedad documental, apropiación indebida y administración fraudulenta.

Este procedimiento es una pieza separada de las diligencias abiertas contra la SGAE tras la denuncia interpuesta por Anticorrupción en marzo de 2010. El objetivo: investigar los vínculos de la sociedad con determinadas empresas pertenecientes a personas del entorno de la SGAE y esclarecer supuestos tratos de favor a empresas de directivos y de su entorno familiar y personal, que se habrían estado «lucrando de modo significativo», según el magistrado, con servicios contratados por la SGAE.

El autor de «Mojo picón» –que fue miembro de la Junta Directiva y del Consejo de Dirección de la Sociedad de Autores desde 2007– cobró esos 30.354,32 euros en nueve facturas a través de su empresa Algo Distinto (una de las seis en las que forma parte de los órganos de administración). De esta forma la SGAE retribuía supuestamente los «servicios de asesoramiento» prestados por el cantante en actividades relacionadas con organismos e instituciones públicas y con medios de comunicación en Canarias.

Pero Anticorrupción señala que esa vinculación laboral no fue autorizada por el Consejo de Dirección de la SGAE (lo que resultaba preceptivo según su normativa interna al ser el importe del contrato superior a los 6.000 euros). La aprobación se realizó «directa y unilateralmente» por Teddy Bautista, de acuerdo con Senante y los otros dos procesados. Y lo hicieron, dice el juez en su resolución, «con plena conciencia» de esa omisión, de su falta de capacidad para adoptar la decisión y de la irregularidad añadida que suponía «el pago de honorarios profesionales a un consejero» de la propia SGAE por parte de la entidad.

De hecho, el juez De la Mata resalta que Senante comenzó a desarrollar esa labor al menos desde octubre de 2010 «sin habilitación, encomienda ni mandato alguno formal por parte de la SGAE». «En ningún momento se suscribió contrato alguno», añade el instructor.

Para «simular cierta normalidad», Bautista ordenó finalmente que el asunto se llevara al Consejo de Dirección el 10 de marzo de 2011, cuando el propio cantante informó «muy brevemente y de forma genérica» de las actividades llevadas a cabo en Canarias, pero obviando que estaba cobrando por ellas y que, por tanto, no lo hacía en calidad de consejero de la SGAE. «No hay más referencias –recuerda De la Mata– en las actas del Consejo de Dirección ni a la aprobación de la contratación» de Senante, que se había producido varios meses antes ni a los resultados de su trabajo.

La otra actuación bajo sospecha, la compra de un timple canario firmado por Rafael Alberti, se llevó a cabo en 2011 y la SGAE lo adquirió por tratarse de una «pieza única», destinada a presidir la nueva sede de la sociedad en Canarias. Pero el valor pericial del instrumento es de 3.270 euros, por lo que la SGAE «podría haber sufrido pérdidas por importe de 16.730 euros».

El artista Caco Senante ingresa en el Consejo de Dirección de la SGAE.

Según los informes de la Guardia Civil, comienza suspuestamente sus actividades ilícitas en esta fecha y hasta junio de 2011.

Cae la cúpula de la SGAE tras la apertura del caso general por una supuesta trama de desvío de dinero.

El juez Ruz imputa al cantante por un delito de apropiación indebida por un importe de 30.354 euros.

Se abre la pieza separada del «caso Senante» y el juez De la Mata propone el procesamiento del ex directivo de la SGAE.