Teatro

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"Zarzuela en danza": La algarabía de la zarzuela

"Zarzuela en danza": La algarabía de la zarzuela
"Zarzuela en danza": La algarabía de la zarzuelalarazon

Autoría: VV.AA. Dramaturgia: Álvaro Tato. Dirección: Nuria Castejón. Intérpretes: Cristina Arias Arias, Ana Arroyo, Xavier Benaque, Juan Berlanga... Teatro de La Zarzuela. Hasta el 7 de julio de 2019.

No puede ser más interesante, y probablemente necesaria para muchos amantes del género, la idea de recuperar las grandes piezas de danza que incluyen las zarzuelas y presentarlas juntas en un solo espectáculo. Eso es lo que han hecho Nuria Castejón, responsable de la coreografía y la dirección escénica, y Álvaro Tato, autor del texto. Lo que quizá nadie se hubiera atrevido a vaticinar es que el resultado de esta «Zarzuela en danza» iba a ser tan deslumbrante. Ya en el primer número, el espectador empezará a darse cuenta de que no está viendo un socorrido refrito de montajes variados ni tampoco una especie de función «contenedor» que sirva de pretexto para que suenen algunas partituras conocidas por todos, sino que está asistiendo a un verdadero espectáculo muy novedoso, con entidad propia, en el que rebosa el conocimiento y el amor por la danza, la música y nuestro patrimonio lírico-teatral. Solo alguien que cumple esos requisitos, como ocurre con Castejón, sería capaz de abrir y desnudar el escenario, como ha hecho ella, para hacer que la danza y la música sean exclusivamente las protagonistas de una sucesión de números en los que hay, por encima de otra consideración, riesgo, frescura, gracia, brillantez y emoción. Bajo esos parámetros no puede sino lucirse un elenco al que uno ve disfrutando verdaderamente de lo que hace; con todas las claves y posibilidades de convertirse en protagonista. Y no lo desaprovecha, porque está seguro, cómodo, fantástico; especialmente por su protagonismo y por la desenvoltura con la que consiguen conectar con el público, los bailarines Cristina Arias y Francisco Guerrero y la mezzosoprano Ana Cristina Marcos; sin olvidar a una orquesta dirigida por Arturo Díez Boscovich que se pliega con soltura a una propuesta juguetona y muy seria a la vez, ni al dramaturgo Álvaro Tato, que ha sido capaz de incluir una divertidísima chirigota al más puro estilo Ron Lalá.