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«The Perfection», la película que le hará vomitar

Este filme estrenado días atrás en Netflix se ha convertido en un auténtico fenómeno viral no apto para determinados estómagos.
larazon

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Este filme estrenado días atrás en Netflix se ha convertido en un auténtico fenómeno viral no apto para determinados estómagos.
Lo que podría parecer una película sin más sobre dos violonchelistas que tocan bien, o bastante bien, y se aman cuando pueden se ha convertido, como ahora se dice, en un fenómeno viral no apto para determinados estómagos. Pues bien, el filme estrenado días atrás en Netflix, que se ha apuntado así al cine de género por la puerta grande, ha abierto la caja de los truenos. En «The Perfection», Allison Williams interpreta a Charlotte, una estudiante de música que envidia sin el menor recato a su compañera Elizabeth (Logan Browning), una aventajada alumna y a quién, al parecer, Charlotte le hace la vida imposible para conseguir llegar a eso que se denomina «la perfección», desde envenenarla hasta manipularla llevando a que el encuentro de ambas tenga consecuencias siniestras impredecibles.
Porque no pueden imaginarse los giros y más giros que pueden dar de sí hora y media. Y ustedes se preguntarán cómo es posible que las andanzas de dos jóvenes que se dedican a la música clásica, aunque una ellas sea mala por naturaleza, pueda provocar vómitos y salidas de la sala de proyección. Lo cierto es que el trailer se las trae, y que por lo visto el metraje total, que no son más de 90 minutos, es de los que pueden revolver el estómago incluso a quienes son capaces de despacharse varios tarros de guindillas en un aperitivo mañanero.
En Estados Unidos, que ya sabemos cómo se las gastan, ha provocado todo tipo de reacciones. «Imposible seguir mirando sin tener ganas de vomitar», «mi estómago se revolvió tanto que tuve que acercarme al hospital», «jamás había visto algo tan repugnante como esto», «desde que vi la película tengo pesadillas cada noche», «es tan aterradora que no he podido soportar seguir viéndola» rezan algunos de los comentarios que se suceden en internet, que es ese cajón desastre de sastre en el que cada uno puede colgar (casi) lo que le venga en gana y optar a unos cuantos minutos (no sabemos si los cinco warholianos o alguno más) de gloria. Lo cierto es que lo que viven las protagonistas es de echarse a temblar, sobre todo cuando una de ellas es literalmente colonizada por unos bichos que entran y salen por el brazo a su antojo, como pueden ver en el fotograma que acompaña a la página, que agradable, desde luego, no es, pero ni mucho menos es más repugnante.
No es nada comparado con las dosis de venganza, el dolor que subyace en casi cada una de las escenas, las imágenes de automutilación rodadas sin filtro alguno, la historia terrible de la agresión sexual y el trauma infantil... La perfección se alcanza con el castigo. Y hay un ser perverso que la practica en una habitación insonorizada para que el terror, el dolor y el sufrimiento sean aún más devastadores. Imposibles de soportar. La venganza es un plato que se sirve frío, en este caso, gélido. Y la llevan a cabo las cellistas. Dos mujeres empoderadas que convierten a las protagonistas en un par de abanderadas del MeToo. Ni se imaginan, de verdad, cómo acaba la historia.

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