San Isidro

Llegó la hora de la verdad: Talavante y sus cuatro

El extremeño regresa hoy a Las Ventas tres años y medio después

Alejandro Talavante, en imagen de archivo
Alejandro Talavante, en imagen de archivoDaniel Ochoa de Olza

Hizo el paseíllo de vuelta. Para irse al hotel. Acababa la temporada. Era la de 2018. Le seguían los focos. Pero no a él. Era una tarde repleta de historia. La que acompañaba a Juan José Padilla, que ese año decía adiós y el culmen se celebraba en El Pilar. El lugar donde años ha perdía un ojo y comenzaba la leyenda. A veces ocurre. Aquel día además de acabarse la temporada y despedirse el Ciclón de Jerez, Alejandro Talavante decidía tomarse un descanso. Una retirada por «tiempo indefinido» anunciaba en la cuenta oficial de Twitter del torero nada más acabar el espectáculo. Una huida, un adiós, un lo que le daba la gana, que eso es lo que viene siendo Talavante en el toreo. Estaban las aguas turbias. El apoderamiento con Matilla, su vida, la vida, quién sabe.

Le atrapó el campo donde vive en Olivenza, y la amplitud del mundo más allá de la Tauromaquia. Hubo poca muleta y capote y mucho de la apertura que da abrirse las fronteras. Encenderse en otros límites, probarse, dejarse llevar, deshacerse del encorsetamiento de las temporadas. Decidir por uno mismo. Luego vino la pandemia. La covid-19 que nos cortó las alas e incluso los sueños. ¿O no dejamos nunca de soñar porque la realidad era demasiado dura para aguantarla a palo seco?

Alejandro Talavante dando un pase mirando al tendido, ayer, en su primer toro durante la novena de la Feria de San Isidro. Foto: Rubén Mondelo.
Alejandro Talavante dando un pase mirando al tendido, ayer, en su primer toro durante la novena de la Feria de San Isidro. Foto: Rubén Mondelo.larazon

Quiso reaparecer en 2020. No pudo ser. Una sola tarde fue testigo de su vuelta en la siguiente temporada en la plaza francesa de Arles. Un acontecimiento a cargo de Juan Bautista. Mucho se habló desde entonces sobre cómo sería el planteamiento de esta temporada 2022, la más cercana de todas a la vida pre pandémica en cuanto a los formatos de las ferias y los aforos. Cuando comenzaban a hacerse las primeras cábalas de Madrid habló alto y claro. Se anunciaba a cuatro tardes en San Isidro. Cuatro. Ocho toros en la Monumental en el mes de mayo.

Ataviado con un largo abrigo negro con cuello de pelo y esa imagen de quien tal vez esté atrapado en el pasado hizo la presentación oficial la noche en la que Plaza 1 se engalanó para dar a conocer los carteles. Entonces quedaba algo más de mes y medio para que Madrid abriera sus puertas de verdad a la feria del patrón y a su apuesta de figura grande. «La ilusión es la que me lleva a tomar este tipo de decisiones. Ahora disfruto cada día en el campo», comentaba a LA RAZÓN por aquel entonces.

Alejandro Talavante
Alejandro TalavanteLa RazónLa Razón

No habrá que esperar mucho para ver a Alejandro hacer su primer paseíllo. Será el viernes, 13, cuando se medirá con Juan Ortega en un mano a mano para lidiar una corrida de Jandilla y Vegahermosa. Justo una semana después será testigo de la confirmación de alternativa de Rufo junto con El Juli (padrino) con el hierro de Garcigrande.

En esta afición a los viernes de Talavante, el día 27, con la corrida de la ganadería de Victoriano del Río, harán el paseíllo el torero riojano Diego Urdiales, que tiene mucho cartel y más en Madrid, Alejandro Talavante y un sustituto de Emilio de Justo, que resultó cogido y lesionado de mucha gravedad en las cervicales el pasado Domingo de Ramos cuando se encerró en Madrid con seis toros.

Para la última del ciclo, el sábado 5 de junio, llegará uno de los carteles más esperados de la feria. La tarde en la que Talavante se las verá de nuevo con la corrida de Adolfo Martín. «Es una ganadería que me gusta mucho y decidí echarme también un toro en la reaparición de Arles. En el caso de Madrid, que me había apuntado a cuatro tardes, me parecía buena idea que una fuera de esa ganadería», comentaba el día de la presentación de los carteles.

Alejandro Talavante
Alejandro TalavanteLa RazónLa Razón

Ya en 2018 entró en la fórmula del bombo que inventó Simón Casas para la Feria de Otoño y el azar quiso que cayera también con este hierro. No salieron bien las cosas. Ocurrió pocos días antes de que decidiera decir adiós. En silencio. Con aires renovados, Arles fue la plenitud y la apuesta de cuatro tardes en Madrid antes que nadie toda una declaración de intenciones. Como él mismo apuntó hace un tiempo: «Estoy al margen de lo que dicen de mí. Trato de guiarme por las cosas que me convencen o por las que hablo con la gente que me rodea. Y si estoy convencido solo presto atención a mi intuición. No me importa mucho lo que se está hablando y si se hace es que algún interés hay» .