
Diálogo
En plena arremetida antitaurina en México, Guanajuato se abre el diálogo con el mundo del toro y reconoce su valor cultural
La Secretaría de Gobierno recibe a una comitiva taurina y muestra apertura al diálogo en defensa de una expresión cultural con 500 años de historia en México

En un momento clave para el futuro de la tauromaquia en México, el estado de Guanajuato ha dado un paso significativo en favor del diálogo y el respeto a las tradiciones. Este lunes, una comitiva de profesionales del mundo del toro fue recibida por el Secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona, en una reunión que marca un gesto de apertura por parte de las instituciones ante las demandas del sector taurino.
Durante el encuentro, el Secretario escuchó con atención las distintas ponencias, tomó nota de los argumentos presentados y recibió una documentación técnica y estadística que respalda la dimensión económica, social y cultural que representa la tauromaquia en el estado. La cita no solo fue un acto de escucha institucional, sino también una declaración implícita de que Guanajuato no quiere renunciar a una parte esencial de su identidad.
Los datos son contundentes: Guanajuato cuenta con 34 ganaderías de lidia y 33 plazas de toros que celebran anualmente 86 festejos taurinos, una actividad que genera más de 80.000 empleos directos e indirectos, especialmente en entornos rurales. Más allá del espectáculo, se trata de una cadena productiva que alimenta sectores como el turismo, la hostelería, el transporte y el comercio local.
Se subrayó también el arraigo histórico de la tauromaquia en el estado: desde el propio cura Hidalgo, ganadero de reses bravas, hasta las festividades que integran el calendario local, la relación entre la cultura guanajuatense y el toreo es antigua, simbólica y vivida. Una muestra de esta simbiosis es la Corrida de la Insurgencia, celebrada en San Miguel de Allende, donde se fusionan música sinfónica, trajes de época y tauromaquia en un formato artístico sin precedentes, que ha traspasado fronteras y se ha convertido en símbolo de orgullo local.
La delegación estuvo integrada por figuras clave del toreo nacional y local: el ganadero Francisco Cordero (ANCTL), el exdiputado y ganadero Luis Alberto Villarreal, el matador Diego Silveti en representación de los toreros, Mariano del Olmo (AMET), el abogado Raúl Pérez Johnston, el periodista Rafael Cué y José Saborit por Tauromaquia Mexicana. Todos ellos recalcaron el mismo mensaje: la tauromaquia no es política, es cultura, y debe protegerse desde el respeto, la inclusión y la libertad.
El Gobierno, por su parte, ha mostrado sintonía con este planteamiento. “Guanajuato es la cuna de la libertad, y como tal, todo ciudadano tiene derecho a vivir sus tradiciones como las heredó y las entiende”, fue uno de los mensajes compartidos en la reunión. Un principio que refuerza el papel del estado como referente democrático y cultural, donde la pluralidad de expresiones forma parte del tejido social.
En un momento de alta tensión para la tauromaquia en diversas regiones del país, la postura del Gobierno de Guanajuato ofrece un modelo de convivencia, donde las decisiones no se imponen desde trincheras ideológicas, sino que se construyen desde la escucha y la evidencia.
Lo que se pidió, en definitiva, fue no politizar la cultura, no usarla como arma arrojadiza y permitir que siga siendo lo que siempre ha sido: una vía de expresión, una forma de vida y una seña de identidad para miles de familias guanajuatenses. Y ese mensaje, esta vez, parece haber sido escuchado.
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