In Memoriam

Victorino Martín: “Hay un antes y un después de Victorino. Mi padre devolvió al toro al lugar que le corresponde”

Hablar de Victorino Martín es hacerlo de un nombre consagrado ya en la historia moderna de la tauromaquia. Un símbolo de la ganadería brava que desde hace 60 años despierta admiración y respeto entre aficionados y curiosos. Y a nadie deja indiferente

Victorino Martín, en su finca de Cáceres
Victorino Martín, en su finca de CáceresJuanJo MartínAgencia EFE

Y no por nada Plaza 1, la empresa gestora de la Monumental de Las Ventas le ha dedicado una de las corridas especiales que desde hace unos años dan nuevos alicientes a la programación de San Isidro: la Corrida In Memoriam. Este año su protagonista es Victorino Martín Andrés, el responsable y artífice del auge y asentamiento de esta ganadería en la temporada de su aniversario.

El que te dediquen en Madrid la Corrida In Memoriam es un honor, pero al tiempo una preocupación no pequeña.
Por supuesto. Esta corrida hasta ahora se hacía en homenaje a gente que ya no estaba en activo. Es una responsabilidad añadida, enorme. Madrid es siempre especial.

¿Cómo se elige un toro para esta plaza tan especial?
Primero por trapío y por ser cabecera de camada. En segundo lugar, tiene que ser de los de mejor nota y de mejor pedigrí, digamos. Luego hay que intentar igualar el encierro, que sean todos muy parejos. Y para lidiar una corrida en Madrid hay que llevar 12 toros...

Desde hace unos años se dice que la afición madrileña pide un toro grande, por encima de otras consideraciones, un animal que, muchas veces y por esa exigencia, está sobredimensionado, pero el toro de Victorino no ha sido nunca un toro mastodóntico.
Es muy del gusto de Madrid, sin ser excesivamente grande, pero es un toro que tiene trapío. La mayoría de nuestros toros que han sido premiados en Madrid estaban en torno a los 520 kilos. Y hemos tenido un toro indultado, 16 de vuelta al ruedo, 8 que se han llevado el premio al toro más bravo de San Isidro...

¿Cuáles son las características del toro de Victorino?
Es un toro que se hace pensando en el aficionado. Nosotros nos hemos hecho aficionados en la plaza. Mi padre era abonado de Las Ventas desde 1953 y yo comencé a ir a los toros con 6 años. Nuestros toros son muy fieles a su línea genética, de cara subida, trapío, con su importancia, sin ser mastodónticos, que venden cara su vida pero que responden cuando se les hacen las cosas bien.

¿Fue su padre un visionario?
Sí, y un revolucionario también. Apostó por el toro cuando todo el mundo apostaba por el torero. Hay un antes y un después de Victorino. Devolvió al toro al lugar que le corresponde.

De los muchos que Victorino Martín Andrés dio a Victorino Martín García ¿qué consejo ha sido el que más le ha servido y el que más habitualmente sigue?
Mi padre era hombre de pocas palabras, hablaba con el ejemplo. Nunca se quejó, su palabra era una escritura... Siempre recuerdo que decía que las cosas hay que hacerlas bien por el hecho de hacerlas. Cuando se hacen bien, el éxito viene solo.

“Belador”, o “Velador”, no hay manera de ponerse de acuerdo en la ortografía del nombre de este toro, el primero que se indultó en Madrid, fue el detonante para que la divisa de Victorino Martín se asentase ya definitivamente en lo más alto del pelotón ganadero, pero antes de este hubo otros muchos que fueron extraordinarios y que fueron cimentando la fama y el prestigio de la ganadería.
Es con B, “Belador”, aunque debería haber sido con V, pero entre mi padre y el mayoral se hicieron un lío y se quedó con “Belador”, con “B”. Ha sido el único que se ha indultado en Madrid. Ese toro fue la guinda al trabajo de mi padre. Cogió la ganadería sin dinero y a base de trabajo, afición y sacrificio fue reuniendo y rescatando una ganadería que iba al matadero. Entre 1960 y 1965 consiguió rehacerla y rescatar el buen fondo que tenía. En 1968 lidiamos en Madrid tres corridas en un mes, luego lidiamos fuera de San Isidro y cuando se nos ofreció ir a la feria era cobrando lo mismo que los demás ganaderos, por lo que mi padre no aceptó y al año siguiente, en 1972, fue ya cobrando medio millón de pesetas. Desde aquel año hasta “Belador” fue cuando se fue haciendo el nombre y el prestigio de la ganadería.

También la no menos famosa “corrida del siglo”, celebrada el 1 de junio de 1982, fue clave para el despegue de este hierro.
Esa corrida fue el final de una etapa y el comienzo de otra. Fue un gran espectáculo.

Francia también ha sido un punto fuerte para el despegue de esta ganadería.
Francia tiene una gran afición y les gusta mucho el toro. Tenemos un gran reconocimiento en las plazas francesas y se nos respeta mucho.

Una celebridad a la que también contribuyó no poco el juego de aquellos toros a los que se dio en llamar “alimañas” y aportaban un plus de exigencia y peligro, pero también de distinción y gloria a quien superaba aquella prueba.
Algunos toros eran alimañas, pero a otros los hacen alimañas. Un toro cambia mucho según se le hacen las cosas; si se le hacen bien lo acusa y mejora, pero si se le hacen mal te hacen pasar un mal rato. Nuestra ganadería es de toros encastados y cuando sale algún animal indómito hay que hacerle las cosas muy bien.

¿Ya no hay alimañas en la ganadería de Victorino Martín?
Pregunta a quien los mata, a quien se pone frente a estos toros... alguno todavía sueña con ellos.

¿El papel del ganadero actualmente está en función del público o del torero? quiero decir si se cría un toro pensando en que sea más del gusto de quien presencia la corrida o de quien debe ponerse frente a sus toros.
Cada uno hace en su casa lo que cree más oportuno. La mayoría cría sus toros pensando en el profesional. Nosotros pensamos en el público. A nadie se le obliga a ser torero. Ser torero es un privilegio, son los héroes modernos. Muchos tienen que lidiar nuestros toros porque no les queda otra, otros porque quieren poner una pica en Flandes, hacer un gesto...

Muchas veces se habla de la influencia del tercio de varas en el desarrollo posterior de la lidia y cómo influye en el toro y en su comportamiento ¿habría que modificar algo de ese primer tercio, el peso del caballo, número de entradas al peto, la puya, el repetir y recargar el castigo en un mismo viaje...?
Soy consciente de que actualmente la mayoría de los puyazos son traseros y eso afecta muy negativamente al toro. Habría que dar una vuelta al tercio de varas. El toro tiene que ser picado para que se le ahorme, pero en otras condiciones. Ahora sólo se hace pensando en el matador, con lo que muchas veces se alargan las faenas de manera innecesaria y artificial. Y ya se sabe que lo bueno si breve, dos veces bueno.

Decía Corrochano que la clave en una corrida es la emoción y que sin emoción no hay nada. Y la emoción la pone el toro...
El toro es el material sobre el que se construye la obra y tienen que producir sensaciones que te emocionen. El toro sin transmisión, sin casta ni bravura convierte la corrida en una especie de ballet. Tiene que tener importancia y así la tendrá todo lo que se haga con ellos.

En los últimos tiempos se tiene a “Cobradiezmos” como ejemplo de gran toro de Victorino, pero también ha habido otros muchos que han dado un gran juego en estas últimas campañas, refrésquenos la memoria e ilústrenos.
Uff, son muchos... Hay, por ejemplo, varios Directores, de la línea de la 16 “Directora”; “Murciano”, un toro que fue encastadísimo y que lidió Emilio de Justo; “Escurano”, que le correspondió a Miguel Ángel Perera en la última Feria de otoño... son muchos, muchos.

El cartel de esta Corrida In Memoriam está compuesto por Paco Ureña, Emilio de Justo y Borja Jiménez ¿le consultó la empresa a este respecto?
No, la empresa tiene la libertad de hacer los carteles, yo lo que sí puedo hacer es aconsejar, recomendar e informar de toreros que pueden torear nuestros toros según los hemos ido viendo, pero nos gusta respetar las decisiones de la empresa.

Si usted fuese el responsable de organizar un cartel histórico para lidiar una corrida suya ¿qué nombres no podrían faltar?
No podría hacer un cartel ¡tendría que hacer una feria! hay que tener en cuenta a toreros como Paquiro, Dámaso Gómez, Andrés Vázquez, que tuvo grandes triunfos con toros nuestros, Miguel Márquez, Ruiz Miguel, Esplá... luego Caballero, El Cid, Antonio Ferrera, Emilio de Justo, Manuel Escribano, Uceda Leal, Ureña, Borja Jiménez... son muchos y no quiero dejarme algún nombre en el tintero... Roberto Domínguez, Juan Mora, Niño de la Capea... son muchos.

¿Cómo se presenta la temporada para la ganadería de Victorino Martín?
Es una temporada muy bonita. Empezamos tarde, el 3 de mayo en Sevilla, luego vamos a Madrid, a esa Corrida In Memoriam, volveremos a Madrid en la Feria de Otoño, antes iremos a Alicante, Granada, a tres plazas de Francia, Dax, Mont de Marsan y Nimes, a La Línea de la Concepción, Santander, Albacete, Valladolid, Guijuelo, donde se despedirá el hijo del Capea y lidiará un toro nuestro... es una temporada ilusionante y espero que sea también gratificante.

Este año se cumple también una década de la puesta en marcha de la Fundación del Toro de Lidia, una institución que usted preside ¿qué balance hace de estos 10 años de trabajo al frente de la Fundación?
Estoy muy contento de todo lo que se ha hecho, pero todo esto se valorará con el paso del tiempo. Estoy orgulloso de la gente con la que trabajamos, que se desvive por su trabajo y que incluso lo harían gratis, por su amor a la fiesta, y también hay muchas personas que aportan su esfuerzo y trabajo de manera altruista y a las que estamos muy agradecidos.

Estoy muy satisfecho con los Capítulos, que tratan de que las provincias españolas se involucren en este proyecto, de la Comisión Jurídica, de la creación de los Circuitos de Novilladas, de la Copa Chenel, del Foro Juan Belmonte, por el que ha pasado gente de mucho nivel...

¿Y qué tarea urgente es la que hay que acometer sin demora?
Muchas cosas, el conseguir que las televisiones públicas presten atención a los espectáculos taurinos; desde 2006, con alguna excepción, no hay toros en directo. Sí que se mantiene el programa, histórico, Tendido Cero, pero los toros tendrían que tener presencia en los informativos, puesto que son un espectáculo protegido por la ley y que interesa a muchísimas personas. Luego habría también que revisar la suerte de varas, los pliegos de condiciones para el arrendamiento de plazas... aunque, por otra parte, la fiesta atraviesa un buen momento, la juventud está muy interesada por los toros, van a las plazas... y la FTL ha puesto su parte de trabajo en todo ello.

Los antitaurinos no paran...
Es lo que creen que tienen que hacer. Y están muy bien financiados. En 2018 hicimos un estudio sobre las principales entidades animalistas y las cinco más importantes tenían un presupuesto superior al millón de dólares. PETA tiene 52 millones anuales... y tiene que justificarlo fastidiando a los demás. Pero son necesarios. Eso nos hace mejorar, nos mantiene en tensión, pero pido que se regulen las manifestaciones antitaurinas, que no dejen que las hagan ante las plazas de toros porque puede degenerar en algún altercado. En Ciudad Real un año se pusieron ante las taquillas y no dejaban que la gente pudiese adquirir sus localidades tranquilamente. Eso es lo que no puede ser. Como decía Rafael El Gallo hay gente pa tó... Un presidente de los Estados Unidos decía que para crear algo hace falta talento, esfuerzo, dedicación, dinero, trabajo, suerte y tiempo. Y luego llega un tonto y en un minuto destruye todo lo que tanto te ha costado levantar...

Ganadero, criador de caballos, presidente de la FTL, conferenciante, pregonero... y hasta lee a Borges, que no es un escritor fácil ni accesible ¿Cuál es el secreto de Victorino para hacer tantas cosas y hacerlas bien?
No hay secreto. Me gusta mucho lo que hago. Todo es cuestión de pasión, trabajo, entusiasmo... y un gran equipo detrás que me ayuda mucho. Si no, no podría hacer todo lo que hago. Mi familia también es un gran apoyo. Hace unos días en un tentadero me acordé de que había invitado a más toreros de los que en principio creía, así que tuve decir a los vaqueros que fueran a por otras cuatro vacas más y se arregló el problema. Todo el mundo entendió que había sido un despiste, nadie se lo tomó a mal y se pasó un día fantástico. Con buena voluntad y gente dispuesta se puede hacer todo.