«Un lugar tranquilo»: Supera la barrera del sonido

La película de terror que dirige, escribe y protagoniza John Krasinsky junto a su mujer, Emily Blunt, está haciendo bastante ruido. Ha roto la taquilla en EE UU y se ha convertido ya en un fenómeno de crítica y público.

John Krasinksi y su esposa, la actriz Emily Blunt, han sorprendido en taquilla (y a ellos mismos también) con su película «Un lugar tranquilo» al recaudar 50 millones de dólares en su fin de semana de estreno (su presupuesto inicial fue de 17) y haber hecho hasta la fecha más de 70 millones, una muy respetable cantidad si tenemos en cuenta que los dos filmes anteriores que dirigió, «Entrevistas breves con hombres repulsivos» (2009) y «Los Hollar» (2016), pasaron casi desapercibidos. Krasinski dio vida a Jim Halpert en la versión americana de «The Office», la exitosa serie británica protagonizada por Ricky Gervaise. Como anécdota, contaremos que el matrimonio estuvo negociando su participación en una película de superhéroes ella para dar vida a la Viuda Negra y el en el papel de Capitán América; sin embargo, las negociaciones no cuajaron y decidieron decantarse por concentrar sus esfuerzos en este proyecto. Imaginamos que no se estarán arrepintiendo de la decisión tomada, pues además de convertirse en un fenómeno de recaudación, la crítica ha sido unánime en su valoración y ha distinguido el trabajo del director. Hasta el maestro del terror Stephen King, se ha rendido ante este filme postapocalíptico en el que una familia debe guardar el más absoluto silencio si quiere sobrevivir en un lugar invadido de mosntruos sensibles al ruido. «''Un lugar tranquilo’'' es un trabajo extraordinario. Las interpretaciones resultan increíbles, pero lo mejor es el silencio y cómo hace que el ojo de la cámara se abra de forma que pocas películas pueden lograrlo», escribió King en redes sociales. Hablamos con el cineasta del filme y nos revela que el primer sorprendido por el éxito ha sido él: «No imaginaba esta acogida ni que funcionara tan bien».

–¿Qué ha querido transmitir con el filme, que asegura no ha sido concebido como de terror, aunque la crítica lo haya etiquetado así?

–Ni el público ni yo esperábamos que iba a dirigir una película de terror. Y lo he hecho. Puede sonar extraño, pero para mí no se trata de pertenecer a este género. Sé que la gente habla del miedo que produce, y eso me halaga, pero la razón por la que me involucré fue que todo se desarrolla alrededor de una familia y del hecho de que has de arriesgar tepara poner a tus hijos a salvo de un peligro que les acecha. Ese aspecto me pareció lo más interesante del guión. Si miras el cartel del filme no es esa la impresión que da, pero lo cierto es que lo he concebido como una carta a mis hijos. Aunque si he conseguido que dé miedo es que he hecho bien mi trabajo.

–El personaje que interpreta la joven actriz muda Millicent Simmonds desea ganarse el cariño de su padre, la relación que tienen no es todo lo fluida que a ella le gustaría. ¿Hay algo de biográfico en ello?

–Afortunadamente, viví una infancia increíble. Tengo la suerte de contar con unos padres que me quieren con locura. Pero siempre me ha gustado observar a la gente a mi alrededor y he podido ver casos en los que quizá la educación era más de la vieja escuela y los padres no expresaban demasiado sus sentimientos ni mostraban sus emociones. Yo soy todo lo contrario a eso, tremendamente emocional, lloro por todo, aunque soy consciente de que, incluso en mi generación, esa no es la norma, sino que aún se sigue interpretando como algo mal visto. No lo comprendo. Mi personaje del padre en el filme proviene exactamente de ese tipo de educación donde exhibir lo que sentías no se estilaba. Para él ser fuerte significa no mostrar ningún tipo de debilidad emocional y su hija precisamente busca esa comunicación con él de la que carece.

–¿Siempre supo que una sorda interpretaría el papel?

–Nadie como ella lo podría haber hecho igual. Aprendimos el lenguaje de los signos, pero sabía que solo ella sería capaz de darle la profundidad y ese mundo interior tan específico que el personaje requería.

–Se crió en una familia con una educación católica. ¿Le ha marcado?

–El catolicismo o cualquier otra religión es una plataforma para ir evolucionando como tú desees y elegir, obviamente, lo mejor que tiene. Yo soy ahora más espiritual que católico, creo que la idea de ser buena persona es algo universal y no exclusivo de una religión. Por ejemplo, una de mis escenas favoritas dela película es el momento en que están sentada la familia a la mesa y están rezando antes de empezar a cenar. Me fascina ver cómo la gente ante situaciones dramáticas en su vida reaccionan de diferente manera. Hay quien se refugia en la fe y también quienes la pierden. Aquí se agarran a ella a pesar de las circunstancias.

–Es la primera vez que trabaja con su esposa. ¿Hay algo que le haya sorprendido de ella como intérprete?

–Es curioso, porque la gente piensa o asume que al ser ambos actores debemos tener una vida similar y, desde luego, no hay nada mas lejos de la realidad. Cuando leyó el guión fue ella quien me dijo: «Tengo que hacer este papel». La película me ha brindado la ocasión de poder conocerla profesionalmente más en profundidad y darme cuenta del gran talento que posee.

–Deduzco que no será ésta la única vez que trabajen juntos...

–Deduces bien, aunque no sé si será tan buena la experiencia como lo ha sido ésta.