Viajes

El más espectacular museo de miniaturas nunca visto

En los años 60 y 70, Juan Elegido Millán, conocido como el profesor Max, alcanzó gran notoriedad en España y el extranjero con sus espectáculos de hipnotismo y sugestión.. Casas de muñecas diminutas, pinturas sobre la cabeza de un alfiler, liliputienses zapatos... Ese pequeño gran tesoro está expuesto en Brihuega (Guadalajara), donde creció Max.

Exposición de casas de muñecas
Exposición de casas de muñecaslarazon

Brihuega (Guadalajara) alberga un espectacular museo de miniaturas con varios objetos inscritos en el Libro Guinnes de los récord por su diminuto tamaño, como la casa de muñecas más pequeña del mundo.

Quien piense que Brihuega es sólo es un fabricante de azulejos quedará bastante sorprendido con las posibilidades de este municipio alcarreño situado a sólo una hora de Madrid. Quizá no ha sabido «vender» muy bien su patrimonio y sus fantásticos miradores que son una ventana abierta al jardín de la Alcarria, que rebosa verde estos días. Pero también fluye un espíritu de innovación turística que se plasma en restaurantes con ideas, elegantes spa donde enclaustrarse o propuestas museísticas que justifican una escapada. En este último capítulo, el museo de miniaturas del profesor Max no es una modesta exposición de objetos, es un Museo con mayúsculas, con un montaje moderno y de nivel –con una ampliación en ciernes y que gustará a grandes y pequeños. Un plan ideal para toda la familia.

En los años 60 y 70, Juan Elegido Millán, conocido como el profesor Max, alcanzó gran notoriedad en España y el extranjero con sus espectáculos de hipnotismo y sugestión. Viajó por todo el mundo mostrando sus habilidades y allá donde iba fue adquiriendo objetos a escala para traer recuerdos de fácil transporte. Casas de muñecas diminutas, pinturas sobre la cabeza de un alfiler, liliputienses zapatos... Ese pequeño gran tesoro ha estado expuesto desde hace décadas en Mijas (Málaga) y Alicante. Pero ahora sus sobrinos han lanzado un órdago para establecer en Brihuega, donde creció Max, el más espectacular museo de miniaturas nunca visto. Las paredes del convento de San José, donde se ubica el museo, guardan varios récord Guiness, como la casa de muñecas más pequeña del mundo o la pintura que hay que mirar a la luz de un microscopio. Son más de 65.000 piezas diferentes las que conforman la colección, aunque no todas están expuestas.

El recorrido arranca con las antiguas mansiones con todo lujo de detalles, que vemos a través de lupas y cristales de aumento, donde no podrían vivir ni las pulgas. El visitante descubrirá atónito cómo alguien pintó la última cena sobre un grano de arroz. O la pajarita que con paciencia moldeó Don Miguel de Unamuno, aficionado a la papiroflexia. En otra urna, miles de zapatos de todos los rincones del mundo y más allá otra joya es la escena del torero y el toro en plena faena sobre la cabeza de una cerilla. Como todo en este museo tiene a lo pequeño, también encontramos unas cabezas reducidas por los jíbaros, o las siete maravillas del mundo pintadas sobre una lenteja.

El del profesor Max es de esos lugares por descubrir en una escapada, una apuesta arriesgada e ilusionante por mostrar el legado de un hombre que, de haber nacido en Estados Unidos o Inglaterra y no en la España de las penurias, sería conocido a nivel mundial. Brihuega bien merece un par de días para descubrir sus cuevas árabes, sus murallas o la Real Fábrica de paños. Y también para degustar un buen cabrito en la Hospedería Princesa Elima o en Peña Bermeja. Y un gran hallazgo para quién necesite un par de días de tranquilidad absoluta en un entorno zen es el Hotel Spa Niwa, un alojamiento donde relajarse de verdad en un ambiente nada vulgar. En conjunto, todas las opciones turísticas que brinda este pueblo de Guadalajara invitan a dejar la ciudad y disfrutar de un día en familia lleno de sorpresas.