«X-Men», despierta el apocalipsis
Los superhéroes mutantes se enfrentan en esta ocasión al más poderoso de todos, capaz de absorber las habilidades del resto.
Los superhéroes mutantes se enfrentan en esta ocasión al más poderoso de todos, capaz de absorber las habilidades del resto.
El abrumador éxito de crítica y taquilla de «X-Men: Días del futuro pasado» se convirtió en un hito difícil de superar en cuanto a proporción y riesgo. Simon Kinberg, guionista, y Bryan Singer, director, dieron vueltas hasta dar con la clave para ir un paso más allá y conseguir enganchar de nuevo al público y que no era otra que conseguir que el antagonista de la nueva película fuera el más poderoso villano mutante de todo el universo X-Men. ¿Era posible? Sí. «Apocalipsis representa una amenaza cósmica, lo que tanto a Bryan como a mí nos atraía», asegura el Kinberg. El visto bueno del director era algo fundamental, pues él reinventó el género de las adaptaciones cinematográficas de cómics, como puso de manifiesto en la exitosa «X-Men» (2000), a la que siguió el taquillazo «X-Men 2» (2003). En dichos filmes, y después, años más tarde, en «X-Men: Días del futuro pasado», Singer, basándose en los personajes, fusionó drama, ciencia-ficción, acción y aventura». Y es lo que ha vuelto a hacer en esta entrega, que funciona de manera individual con respecto a los filmes anteriores (los personajes se repiten, pero no la trama) en la que presenta a la Tierra amenazada y a punto de desaparecer. La saga no ha lidiado nunca con el origen de los dioses y la religión y para Singer esto era algo que le fascinaba desde niño (para él, Apocalipsis es como un dios del Antiguo Testamento: si no existe orden en Tierra aparecerá y se la tragará de un bocado). «Este aspecto es lo que me pareció más interesante a la hora de retomar la franquicia. Y por supuesto trabajar de nuevo con los mismos actores», asegura.
La historia y el reparto de «X-Men» llevaron al director a reincidir con la franquicia pues confiesa que forman parte de su vida: «He madurado y crecido con ellos. Tengo ideas para rodar otros filmes y desvincularme de la saga pero no puedo, este universo se ha convertido en parte de mi vida. Además, he creado un vínculo muy fuerte con los actores». Tan es así que Jennifer Lawrence es una de sus mejores amigas y con Michael, compañero antaño de fiestas y copas, mantiene una relación en la que miden sus fuerzas, «digamos que nos retamos constantemente, será porque nos conocemos muy bien», explica.
Al parecer, en marzo de 2015 hubo rumores de que Lawrence, que interpreta el personaje de Mística desde 2011, estaba planteándose abandonar la franquicia. Llegó a declarar en una entrevista que ésta sería su última interpretación del personaje, quizá debido a que su contrato expira tras esta entrega. La razón principal que esgrimió fue lo extenuante que es pasar ocho horas en la sala de maquillaje, incluso le llegó a preocupar que toda esa pintura pudiera ser tóxica. Pero al parecer la actriz ha cambiado de parecer y seguirá cubriendo su rostro de color azul. «Tengo unas ganas locas de volver. Me encantan estas películas y el reparto, lleno de buenos actores que hacen que el peso se reparta», aclaraba. Michael Fassbender y James McAvoy, por su parte, también han manifestado su deseo que seguir en la serie.
¿El principio del fin?
Sin embargo, no todo está tan claro ya que según el director, «Apocalipsis» marca el fin de la precuela de la trilogía. Y con ello, el contrato de Jennifer Lawrence, James McAvoy, Michael Fassbender y Nicholas Hoult acabaría. Ahora mismo el universo X está más focalizado en mutantes. Hugh Jackman participará en «Wolverine», que tiene previsto su estreno en 2017. Se rumorea que puede haber un «spin-off» con los nuevos mutantes y también la posibilidad de hacer otra con Deadpool, pero no se sabe si los miembros de First Class seguirán. Habrá que esperar. Según el productor ejecutivo Simon Kinberg para él sería estupendo que los miembros de First Class volvieran pero si la franquicia requiere que no aparezcan más así será. «Tengo la esperanza de que vuelvan pero si no se puede nos adaptaremos», explica.
«X-Men: Apocalipsis» presenta una nueva ola de mutantes liderada por Sophie Turner como Jean Grey, Tye Sheridan que encarna a Cíclope, Evan Peter como Quicksilver y Kodi Smith McPhee que es Nightcrawler. Y sobre todos ellos Apocalipsis, el más poderoso de todos los mutantes del universo «X-Men», capaz de concentrar muchos de los poderes de los otros mutantes, lo que le convierte en inmortal e invencible. «Apocalipsis es un peligro distinto a cualquier otro que los X-Men hayan conocido antes, es un ser antiguo y sobrenatural al mismo tiempo», señala Singer.
Tras despertar en El Cairo en el año 1983, después de un largo sueño que ha durado milenios, Apocalipsis se siente conmocionado y repelido por el declive de nuestro planeta que considera señales de un mundo fallido que él debe purificar, «una civilización que necesita desesperadamente ser sacrificada», dice Kinberg. Su misión: exterminar a los débiles y reconstruir el planeta para los fuertes.
Los excesivos 80
El sueño de Apocalipsis, que ha durado 5.000 años, empezó cuando la civilización se encontraba en todo su apogeo; su sueño finaliza cuando, probablemente, dicha civilización está en su momento más bajo. Habiéndose criado en los años ochenta, Kinberg entendía lo marcada por el exceso que estuvo dicha década, como podía verse en los peinados, la moda y los automóviles. Decide entonces reunir a una serie de mutantes poderosos, incluyendo a Magneto (Michael Fassbender) con el objetivo de establecer de nuevo el orden perdido. Raven y Professor X tendrán que encontrar un equipo que detenga a su némesis de la completa destrucción de la raza humana.