Un penalti salva a un impotente Barça

Otra vez el de siempre. Otra vez Messi rescató a un Barça que sufrió de lo lindo para llevarse el triunfo ante la Real Sociedad. Una mano de Le Normand dentro del área y que tuvo que ser revisada por el VAR, dio a los de Quique Setién tres puntos de vital importancia que devuelven momentáneamente, porque nunca se sabe que va a pasar en Cam Barça, la alegría y la paz al banquillo azulgrana. En una semana marcada por las imágenes de Eder Sarabia criticando el juego de su equipo y a algunos jugadores durante el Clásico, el Barça se reenganchó a LaLiga y se coloca provisionalmente líder del campeonato. La última palabra la tiene esta noche el Real Madrid en el Benito Villamarín.

Quedaban poco más de diez minutos para el pitido final cuando Monreal tuvo en sus pies acabar con la racha de 28 temporadassin puntuar ya en el Camp Nou. Una contra dirigida por Odegaard, que fue el mejor de los suyos, encontró al lateral zurdo, que llegaba como un avión, libre de marca. Al de Navarra no le temblaron las piernas ante Ter Stegen, pero su disparo se marchó fuera. Inmanol Alguacil, que puede presumir de haber estado en el césped la última vez que los «txuri-urdines» puntuaron en el estadio azulgrana, se llevó las manos a la cabeza y no por el fallo del internacional. Desde la sala VOR dieron, tras el remate, la alarma a Martínez Munuera de que algo había sucedido dentro del área de la Real en la jugada previa. Un remate de cabeza de Lenglet tocó en la mano de Le Normand y con rabia Messi, que cogió el balón antes de conocer el veredicto del colegiado, celebró su decimonoveno gol del campeonato. Después de no ver puerta ante el Nápoles y el Real Madrid y pese a que la Real patentase una nueva fórmula para defender las faltas del argentino, sólo tres jugadores se colocaron en la barrera y dos se situaron en la línea de la portería junto a Remiro sin importar el fuera de juego, Leo volvió a salvar a un Barça que está aún muy lejos de su mejor juego.

Estrenó Braithwaite titularidad en Liga y el danés fue el mejor de los azulgrana en la primera mitad. Algo bueno para Setién, que volvió a dejar a Ansu Fati en el banquillo, pero a la vez alarmante. Que el nuevo sea quien tenga que tirar del carro dice mucho de este Barça. Con Griezmann desaparecido, el ex del Leganés fue el mejor socio de Messi en los primeros cuarenta y cinco minutos. Conectó con la Pulga, que no tuvo su mejor tarde, creó ocasiones, pidió el balón con descaro e incluso se atrevió a alentar a la grada. Sólo faltó que mantuviese toda esa intensidad durante los 90 minutos.

A quien no le pesaron las piernas fueron a los futbolistas de la Real Sociedad que demostraron una tarde más por qué son el mejor equipo que juega al fútbol del campeonato. Sin su estrella, Oyarzabal, que aguardó su momento desde el banquillo, Odegaard, Portu e Isak fueron quienes motivaron el runrún de la grada. El noruego, que está demostrando en cada actuación que está más que preparado para cuando el Real Madrid requiera de sus servicios, fue una pesadilla para la defensa azulgrana. A veces por falta de puntería y otras porque Isak no levantó la cabeza para encontrarle libre de marca, Odegaard no pudo hacerle un favor a los de Zidane.

La Real murió con las botas puestas y el Barça tuvo que tirar de ayuda tecnológica para salvar el partido.