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Desescalada

LaLiga sincroniza la desescalada del fútbol español

Para evitar desigualdades provocadas por las Fases aprobadas por el Gobierno en los diferentes territorios, la patronal ha decidido mantener por ahora los entrenamientos individuales

Atletico Madrid's training session
Joao Félix, Correa y Morata, en el entrenamiento del AtléticoATLETICO DE MADRID / HOAgencia EFE

Cuando usted se dirija mañana por la mañana a su club de tenis de toda la vida o al campo de golf que ha recorrido en infinidad de ocasiones, el Real Madrid post pandemia estará arrancando en Valdebebas. Será el lunes 11 a partir de las diez de la mañana cuando los jugadores del equipo blanco reanuden el trabajo que lleva parado casi dos meses. Más de la mitad de los equipos de LaLiga ya han regresado en los últimos días a la actividad. Ya ha habido análisis y entrenamientos individuales para Real Sociedad, Barcelona, Osasuna, Villarreal, Leganés, Sevilla, Granada, Levante, Valencia, Atlético, Eibar y Mallorca. La desescalada comienza hoy para Getafe, Athletic Club y Betis. Y mañana lo harán Valladolid, Alavés, Celta, Espanyol y el Real Madrid.

¿Y cómo será el regreso a los entrenamientos? LaLiga ha decidido que todos los clubes permanezcan en la primera fase de preparación y de esa forma se evitan desigualdades como sucede con las Fases aprobadas por el Gobierno en los diferentes territorios. Es decir, que todos los equipos arranquen desde el mismo punto de partida, aunque algunos lleven dos o tres sesiones de trabajo más, para igualar las posibilidades de todos. No habrá equipos en Fase 0 y equipos en Fase 1. Todos estarán en la misma casilla de salida.

Y ¿qué hubiera significado el cambio de Fase en los equipos de fútbol? El término es que ya se permitirían «entrenamientos de tipo medio». El trabajo iría más allá de los ejercicios individuales que han practicado equipos como el Atlético o el Barça. En el caso de los rojiblancos, por ejemplo, ya hay imágenes de media docena de jugadores trabajando de forma individual en el mismo terreno de juego, aunque lo más habitual era ver imágenes en solitario de los Oblak, Messi o Piqué. Podría haber entrenamientos grupales, pero... nada de sesiones con toda la plantilla a la vez. Serían «entrenamientos tácticos no exhaustivos, en pequeños grupos de varios deportistas, hasta un máximo de diez, manteniendo las distancias de prevención, de dos metros de manera general y evitando el contacto físico». Traducido: los entrenadores podrían trabajar con diez futbolistas a la vez manteniendo la distancia social de seguridad.

En la siguiente fase no habría restricción de instalaciones y se abriría la posibilidad de que los deportistas, en este caso las plantillas de los equipos de LaLiga, pudieran concentrarse. Esta medida, incluida en el protocolo general del CSD, es una de las más polémicas. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) llegó a tacharla de «anticonstitucional, ya que podría provocar una concentración de más de dos meses para los futbolistas». Por ahora ningún club ha adoptado esta medida, con lo que los jugadores seguirán residiendo en sus casas, nada de concentraciones en la ciudad deportiva de turno cuando resta casi mes y medio, según los planes de LaLiga, para el regreso de la competición.

Los entrenamientos podrían empezar a desarrollarse por sesiones, habría turnos. Es decir habría que evitar superar el treinta por ciento de la capacidad que para deportistas tenga la instalación. Un ejemplo: en una plantilla de 24-25 jugadores habría al menos tres grupos diferentes trabajando en otras tantas zonas distintas. Se trata de mantener las distancias mínimas necesarias para la protección de la salud. A diferencia de lo que sucede en la fase actual, en la que los técnicos se limitan a dar la bienvenida con la correspondiente distancia social a cada futbolista, el cuerpo técnico podría estar presente en los entrenamientos. También se permitiría la utilización de los vestuarios y al trabajo podría asistir el personal técnico necesario para su desarrollo. Más técnicos controlando la preparación. Se podrían utilizar los vestuarios, respetando lo dispuesto al efecto en las medidas generales de prevención e higiene frente al COVID-19.

Más allá del trabajo en el césped también se realizarían reuniones técnicas. Llegarían las clásicas sesiones de vídeo junto a las charlas técnicas y tácticas con un máximo de diez participantes. En los entrenamientos no sólo se realizará el control médico y su posterior seguimiento a los futbolistas. También se controlará a todo el personal que acceda al centro y que deberá ser el mínimo imprescindible. Nada de multitud de personal auxiliar, una legión de utilleros o fisioterapeutas.

¿Y la Prensa? Nada de medios de comunicación en ninguna ciudad deportiva, como hasta ahora. LaLiga ha centralizado la emisión de imágenes y fotos de las sesiones de trabajo de los equipos. ¿Con qué fin? Para, entre otras cosas, que no se revelen los nombres de los posibles positivos en los análisis. En Primera División ha habido tres. Los casos de Renan Lodi (Atlético), Yangel Herrera (Granada) y Álex Remiro (Real Sociedad) han puesto en alerta a la AFE, que ha mostrado su «sorpresa y malestar» pese a que LaLiga ha asegurado que no volverá a hacerse público ningún nombre si surgen nuevos casos. El organismo que preside David Aganzo ha enviado a todos los jugadores de Primera y Segunda un documento para la defensa de su anonimato en caso de que aparezcan más positivos, que los habrá: «No autorizo, bajo ningún concepto, revelar mi identidad como posible trabajador infectado dentro de la empresa, de manera que, si estuviera contagiado, debe hacerse sin identificar, salvo que las autoridades sanitarias digan lo contrario».